Un Castilla sin colchón: remontada o despedida
El Lleida va al Di Stéfano arropado en el 1-0 de la ida. Mala señal: el Castilla no ha ganado aún en las eliminatorias por el ascenso.
Remontar o irse a casa. El Castilla ya está oficialmente en modo supervivencia. Apelando a los instintos, los intangibles y todo lo que sume para levantar el 1-0 que se trae el Lleida a Valdebebas. Subir a Segunda está siendo para el filial una carrera de ultrafondo de 44 etapas. Ha quemado ya 41 y si no remonta hoy, se queda fuera. No hay otra repesca, ni opción a una segunda toma.
Un playoff que ya es una tortura física (el calor) y mental. Doble trabajo para Ramis, que ve como su Castilla no ha ganado aún en las eliminatorias: los dos partidos ante el UCAM y el de Lleida. Mala señal.
Veintidós años después de la famosa bronca de Benito Floro a su Madrid por perder en el Camp D’Esports ilerdense, esta vez fue el filial blanco el que fue zarandeado allí. Pero donde Floro salió trasquilado (Mendoza le despidió después de que Canal+ captase la reprimenda en el vestuario), Ramis sí puede arreglar el entuerto. Tendrá, por de pronto, la defensa intacta. Competición enmendó la surrealista roja que vio el central Salto en la ida y hoy estará sobre el tapete del Di Stéfano. Mariano (27 goles), Mayoral (15) y Odegaard volverán a ser el tridente arriba. Del noruego, perdido en este tramo final de la Segunda B embravecido y sin ley, se espera clarividencia para surtir a los dos cañones castillistas.
El Lleida. Enfrente, es un día de tensión también para Idiakez. El técnico ilerdense ya ha firmado por el AEK Larnaka chipriota, así que, de caer, diría adiós a su aventura en Lleida sin cumplir la misión. Armado con Crespo como valladar y Vega, el autor del golazo de chilena en la ida, acarician el 1-0 de renta.
Noventa minutos (o más) y día de gladiadores: dos equipos entran, sólo uno vive. Para encarar la última batalla...
