Francia se reconstruye sin Benzema, Ribéry ni Varane
Las bajas y la mano de Deschamps renuevan a los galos. El seleccionador sustituye a Karim Benzema con jóvenes en vez de con Gameiro.
Francia tendrá que soportar la presión de ser anfitriona y favorita en la Eurocopa sobre los hombros de una selección renovada y bastante mermada por las lesiones. Antes de que hoy ruede el balón en Saint Denis cayeron jugadores importantes como Varane, Zouma y Lass, lo que ha abierto la puerta del equipo a otros más jóvenes o más inexpertos como Umtiti y Kanté. Además, Deschamps tuvo claro desde un principio que prefería apostar por gente de futuro que por otros más contrastados.
Así, en la lista están Martial y Coman pero ni Ribéry ni Gameiro, por ejemplo. Tampoco, por supuesto, Benzema. El conflicto con Valbuena y la fuerte presión popular en torno al delantero del Madrid llevaron al seleccionador galo a prescindir de él. “No estamos para hablar de los que no están, sino para hablar de los que están”, dijo ayer el seleccionador galo para cerrar su conferencia de prensa, la primera de las siete que pretende dar en el torneo.
Los defensores de Karim denuncian que la del técnico fue una decisión más política que deportiva, cuando en realidad el jugador ni siquiera ha sido condenado aún; los críticos, sin embargo, ven bien que se corte de raíz con estas actitudes polémicas que hacen poco bien y sirven de poco ejemplo a una sociedad con bastantes problemas entre los jóvenes en suburbios y barrios.
Mezcla. Pese a todos estos cambios entre la Francia que parecía y la que es, la media de edad de 27,8 años se sitúa justo en la mitad de cuantas participan en el torneo. Futbolistas ya curtidos y por encima de la treintena como Mandanda, Sagna, Evra o Gignac hacen que se eleve la media.
El punto de partida del relevo generacional francés está en las estupendas quintas del 91 y del 93, que fueron campeonas de Europa Sub-19 y del mundo Sub-20 respectivamente. Aquellos equipos los integraban los Griezmann, Varane, Pogba, Umtiti, Zouma o Digne, hoy todos presentes en esta Eurocopa en la que Francia buscará una vez más el título como local. Eso mismo hizo las dos últimas veces en las que albergó un gran torneo, la Euro de 1984 y el Mundial de 1998. Eso sí, no tiene el conjunto galo un buen recuerdo de la última vez que disputó un partido inaugural. Fue en 2002, tras ganar el Mundial de 1998, y perdió ante Senegal de manera sorprendente. Repetir aquello hoy ante los rumanos sería, como dicen ellos, catastrophique.
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