NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

BETIS

Petros: "¿Celta? El Betis no me vende por menos de 10 millones"

El brasileño: "¿Arabia? Con la barbaridad de dinero que está en juego, me lo pensaré. Creía que en Europa todo el mundo era rico y es mentira".

Petros ante el Celta.
Salvador SasDIARIO AS

El centrocampista bético Petros Matheus concedió una extensa entrevista a Diario de Noticias de Brasil. El futbolista pasa las vacaciones en su tierra, Juazeiro de Bahía, y además de ensalzar su año verdiblanco no niega que tiene ofertas de otros equipos y otros países como el Celta de Vigo o Arabia. Además, revela cosas como que algunas noches duerme sólo tres horas porque se queda a ver los partidos de su ex equipo, el Corinthians.

-¿Cómo evalúa su primer año en España?

-Fue muy satisfactorio, muy por encima de lo esperado. Sobre todo porque mi primer mes fue complicado. Pero he terminado como uno de los jugadores más regulares de la Liga, con 30 partidos. El entrenador (Juan Merino) quiso cambiar el equipo en las jornadas finales y me quitó del once, pero el equipo perdió dos de tres partidos y volví para no salir de nuevo.

-¿Hubo polémica cuando usted cuestionó el hecho de ser suplente?

-Me entendieron mal. El periodista me preguntó si no me sentía importante para el entrenador y yo le contesté que pensaba que era importante para el equipo, ya que había jugado en 31 de los 34 puntos logrados. Los números demuestran que yo era bastante eficiente.

-¿Qué le sorprendió del fútbol español?

-La gran diferencia es que siempre tiene grandes jugadores. Y, salvo el Atlético de Madrid, todo el mundo quiere tener el balón. El equipo de Simeone, no. El Atlético juega contra los pequeños igual que ante los grandes: va a por el balón con una defensa muy fuerte.

-El Leicester ganó la Premier League este año. ¿Cuál es la probabilidad de que un pequeño proyecto gane la Liga española?

-Es imposible competir con el Barcelona y el Real Madrid. Para tener una idea, la mayoría de los equipos aquí invierte 160 millones de reales (unos 40 millones de euros) en los refuerzos de la temporada. Algunos incluso gastan 320 millones de reales, otros 400 millones. Pero Barcelona y Real Madrid si quieren desembolsan más de dos mil millones de reales (500 millones de euros) sin problema.

-¿El Betis, que llegó a estar en riesgo de descenso, cuánto invirtió el año pasado?

-Cerca de 160 millones de reales (40 millones de euros). Como terminamos décimos, tendremos derecho a una mejor cuota para la próxima temporada, en la que deberíamos duplicar la inversión. Por eso es tan importante terminar bien posicionado en el campeonato.

-¿Continuará usted en el Betis, teniendo en cuenta las propuestas de Valencia, Celta y los Emiratos Árabes Unidos?

-Llevaba casi dos años sin vacaciones, así que una vez que he terminado la temporada me he venido a Brasil. Pero volveré a Sevilla el 4 de julio para resolver este problema. Todavía tengo tres años más de contrato con el Betis y sé que otra temporada al mismo nivel sería importante para el futuro de mi carrera.

-Pero el Celta jugará la campaña que viene en Europa League.

-Así es. El Celta quedó en sexto lugar en el campeonato español y jugará competición internacional, por lo que debe hacer una fuerte inversión. Necesito que nos sentemos y lo analicemos. No creo que el Betis me deje ir por menos de 40 millones de reales (10 millones de euros).

-¿Valdría la pena ir al Oriente Medio en este momento?

-Profesionalmente, no mucho. Pero con la barbaridad de dinero que está en juego, tengo que pensar en ello.

-¿Corinthians tiene derecho a participar en una futura venta suya, ¿verdad?

-Sí. Corinthians tiene un 25%. Fernando García (su agente), otro 25. El Betis posee el otro 50%. Creo que el Corinthians todavía va a ganar dinero conmigo (el Betis desembolsó 1,25 millones de euros por la mitad de sus derechos económicos en julio del año pasado).

-¿Todavía sigue al Corinthians?

-Me apasiona el fútbol y cuando veo un partido de Brasil, siempre es al Corinthians. Mi madre está enfadada conmigo porque en Sevilla son cinco horas más y me voy a la cama a las 5 de la mañana por culpa del Corinthians. Luego, a las ocho me tengo que ir al entrenamiento.

-¿Piensa en volver a Brasil en un futuro próximo?

-No tengo ningún deseo de volver ahora, pero en el futuro, si se puede elegir, volvería al Corinthians. Tampoco voy a ser hipócrita y decir que no jugaría en otro club, ya que si el Corinthians no me quiere, soy un profesional. No puedo estar parado.

-¿Le queda algún sentimiento por el Corinthians?

-Corinthians es un club especial en mi vida y sigo teniendo allí amigos. Incluso después de haberme ido a España, la afición sigue tratándome con gran afecto. Esta semana, los corintianos aquí en el Noreste me hicieron un muy buen homenaje, dibujando mi foto con la camiseta del Corinthians.

-¿Le debe dinero todavía el Corinthians?

-Sí, algo, que debe ser resuelto en dos o tres semanas. Corinthians me debe parte del porcentaje de cuando me compró al Penapolense, además de dinero de 2014 y 2015.

-¿Ya ha conseguido hacerse rico?

-Afortunadamente, mi familia tenía un buen estado financiero antes de que yo me dedicase al fútbol. Mi padre es dueño de una notaría, mientras que mi madre es la directora de la escuela principal de nuestra ciudad (Juazeiro, Bahía). Estoy muy feliz con todo lo que logré, pero doy gracias a Dios por haber nacido en una familia cariñosa.

-¿Cómo ha invertido el dinero que gana?

-Tengo una empresa con mi hermano y otra persona en Sao Paulo. Entramos en la inmobiliaria, la compra y venta de bienes. Es una rama que permite mucho, incluso en tiempos de crisis.

-¿Qué le dio España culturalmente?

-Me he convertido en un mejor ser humano, porque ahora respeto más todavía al prójimo. Y para tener los pies más en la tierra. Se hizo claro para mí que no se necesita mucho para vivir bien. Yo, como todos los demás, tenía la impresión de que en Europa todo el mundo es rico, y eso es una absoluta mentira. Existen pocos pobres y pocos ricos. Como la cultura, los servicios, la educación, el trabajo y la salud funcionan bien, se vive muy bien.

-¿Con quién vive en Sevilla?

-Vivo solo, aunque mi casa casi nunca está vacía. Mi madre ha estado tres veces, mi padre, dos. Mi novia Erica también apareció. Es abogada y está haciendo un curso en los Estados Unidos así que hemos estado un poco más distanciados este año.

-¿Se ha adaptado a la cocina española?

-Mucho. Como mucho pulpo y pescado, que es la especialidad. Aunque echo un poco en falta la carne de buey y los frijoles. En Sevilla a la gente le encanta el jamón. Come jamón con todo: en el desayuno, el almuerzo, en la cena... Y a mí me gusta bastante.

-¿Es correcto decir que hay más libertad para los jugadores en Europa que en Brasil en relación con las obligaciones con el club?

-Absolutamente. Nunca se va concentrado, por ejemplo. Cuando jugamos a seis de la tarde del domingo, dormimos en casa el sábado. Luego hacemos un entrenamiento por la mañana y simplemente tenemos que aparecer en el hotel para el almuerzo de las 13.30. Nunca vi a nadie llegar tarde o emborracharse. Es otra cultura, porque la exigencia es enorme y hay que estar al máximo en todo. Si no es así, no juegas.

-¿Como lleva el idioma español?

-Los primeros días fueron más complicados. No había ningún un brasileño en el equipo y yo no entendía el idioma bien. Así que tuve ir a lo mío: puse mi móvil en español, veo la televisión local, doy clases...

-¿Qué ha conocido de Europa?

-Conocí España casi entera, ya que es un país mucho más pequeño que Brasil. Desde Sevilla, estoy a 50 minutos de Lisboa en vuelo, también de Marruecos. Y a dos horas de Madrid, una hora de Barcelona, de Francia... Estoy planeando ir a Ibiza antes del final de las vacaciones. Se ha vuelto el sitio de los jugadores de fútbol.

-Muchos brasileños disputarán la Eurocopa. ¿Usted se nacionalizaría para jugar en un rival de la selección brasileña?

-Sí, si tuviera vínculos con ese país. Como ocurre aquí en España. Todavía tengo en mente el deseo de jugar para Brasil, pero quién sabe qué ocurrirá mañana. Hasta la fecha, nadie me lo pidió.