Con ochos victorias en sus últimos nueve partidos, Francia parece llegar a la Eurocopa con pocas dudas. Sin embargo, un aspecto complica la vida de su seleccionador, Didier Deschamps: la defensa. Ocho goles encajados en cuatro encuentros son demasiados para un equipo que sueña con la victoria continental en casa. Si la pareja de centrales formada por Koscielny y Rami no firmó un gran papel frente a Camerún (3-2), el choque ante Escocia debe servir de última prueba antes de desafiar a Rumanía dentro de seis días en la inauguración de la Euro. Habrá también que ver si la polémica generada por Benzema sobre un posible problema de racismo en Francia pudo afectar a un grupo que intentó centrarse sólo en lo deportivo.