Tito: "No es bueno meterse presión con el ascenso"
Primera semana del nuevo director deportivo en el cargo. Mucho trabajo todavía por hacer. Lo primero, el entrenador. Y acometer la regeneración de la plantilla.
Cómo ha encontrado el club después de tantos años?
Conocía a gente de la estructura interna. Quico ya estaba cuando yo jugaba, su padre era directivo. Ahora lo veo sobre todo profesioalizado. Con una estructura mayor. Ha tocado puestos de Europa. Ha crecido mucho. Y hay que destacar esa reducción de deuda tan importante.
¿Y a nivel anímico? ¿Más tocado, más ilusionado?
El descenso es una decepción. Pero una decepción que ya venía desde hace tiempo cuando no llegaban los resultados, cuando el equipo no terminaba de arrancar. En las últimas semanas la gente ya se estaba haciendo a la idea de que el equipo podía o iba a decender. Pero yo creo que el aficionado del Levante es fiel y leal.
¿Cómo se recupera esa ilusión después de una temporada tan aciaga?
La gente que es de su equipo de fútbol va a seguir siendo de su equipo aunque baje a Segunda B. Eso no lo puedes cambiar. Ahora hay que generar ilusión y conseguir engancharles. Eso con los cambios siempre es más fácil. Mi llegada, por ejemplo, solo por ser alguien que se considera de la casa, ya la ha generado. Y ahora hay que seguir con el entrenador que venga, con los jugadores que vengan y los que se queden convencidos de devolver al Levante a Primera División. Conociendo al aficionado del Levante si les das algo se van a enganchar. Luego, como todo, dependerá de los resultados.
¿Qué se ha hecho mal para bajar a Segunda?
No me atrevo a responder a eso. No tengo suficiente información. Yo puedo generar una opinión personal pero se me escapan muchos detalles. No sería de buen profesional decir motivos de por qué se ha descendido. El fútbol depende de muchas variables que incluso controlando casi todas, si se te escapa alguna puedes fallar.
¿Objetivo ascenso?
Ya dije que mi objetivo ha de ser llegar a la primera jornada con muchas posibilidades de ganar. Hay que mandar un mensaje de optimismo pero no lanzar las campanas al vuelo de que solo nos vale ascender. La lucha va a ser tremenda con muchos rivales. Tenemos una responsabilidad de estar en un club que ha de luchar por estar arriba. Hay que trabajar para tener opciones hasta el final. Pero eso tiene un proceso y estamos creando los cimientos. Para mí el factor humano es importantísimo.
Pero explicarle eso a la gente va a ser difícil...
Al aficionado que quiere que al Levante le vayan bien las cosas le diría que esté con objetivos más cercanos que es ganar partidos. Al entrenador que elijamos le voy a pedir eso. Que saque el mayor rendimiento a sus jugadores para ir sacando victorias. Se ha puesto de modo lo de partido a partido de otro entrenador del fútbol español, pero es que es así.
Algo de presión añadida si que tendrán sabiendo que si no se sube el primer año siempre es más complicado...
Sí. Porque tienes la ilusión de devolver al equipo donde estaba. Tienes la sensación de ‘la hemos liado, vamos a arreglarlo’. Y tienes unos parámetros económicos más importantes que otros. Pero cuidado, que a ver cuántos equipos han bajado de Primera y en trece meses han estado en Segunda B. Eso para mí sí que es un drama.
¿La clave es asimilar cuanto antes que eres un equipo de Segunda?
Claro. Tengo cierta tranquilidad en eso porque ay algunos que ya saben lo que es jugar en Segunda. Yo les he ido diciendo a los jugadores que cuento con ellos y lo que es clave es que ellos quieran contar con el Levante.
¿Por qué no Rubi?
Ante alguna duda que tenía le dije que prefería no contar con él. Creo que lo entendió y nos podemos mirar a los ojos. Pero no quería empezar la temporada así.
¿Se marca un plazo para tener entrenador?
No me marco un plazo. Pido un margen de tiempo porque tengo varios candidatos con los que quiero tener una charla muy técnica y de valores humanos porque ser entrenador del Levante va a reunir unos requisitos imprescindibles.
¿Qué requisitos?
Cuando jugaba y me saqué la titulación con 24 años, lo que más me extrañanaba era por qué un jugador rendía con un entrenador y con otro no. Entonces lo que quiero es que el técnico saque el mayor rendimiento a los jugadores. Se va a tener jugadores competitivos y que el entrenador les saque lo mejor.
¿Las decisiones serán consensuadas con el nuevo técnico?
Sí. Soy una persona de mucho consenso. Si el entrenador me da algún nombre lo hablaremos. Quiero una relación directa, quiero estar en el día a día, en los entrenamientos, con los jugadores… Quiero detectar las motivaciones, los problemas… Todo lo que sea relacionado con los fichajes el entrenador va a estar informado.
¿Ya tiene planteado el nuevo organigrama?
Se me ha dado la responsabilidad para todo el área deportiva. El fútbol de cantera, también. Tengo claro las casillas del organigrama y ahora falta ponerle caras. Estoy teniendo reuniones internas con los empleados que ya hay. Quiero gente de confianza y estoy llenándome de información para equivocarme lo menos posible.
¿Le perjudica que haya unos habitos estipulados ya en el club de tu antecesor?
Yo al club le presenté mi proyecto y se aceptó. Manolo tenía su estructura. Y lo que yo quiero poner es algún retoque, modificar alguna cosa. Y al final te quieres rodear de gente de tu confianza, es necesario. Que si vienen no es porque sean mis amigos si no porque tienen un bagaje profesional y van a ser productivos. Cuando me haga una composición de lugar le plantearé al presidente cuál es el organigrama que quiero.
¿Necesita una regeneración el vestuario?
No sé el nivel de ambiente que había. Lo que quiero es generar un ambiente profesional. Por eso lo que quiero es estar con ellos porque así no me lo va a contar un utilero ni un entrenador ni un jugador. Si ha habido mal ambiente pues hay que cuidar que no ocurra.