"Estamos a punto de escribir las páginas más brillantes en la historia del Espanyol"
Antoni Fernández Teixidó explica a AS los retos de la nueva Fundació, que preside, como abrir una homónima en China. Y también las ambiciones de un Espanyol que, a juzgar por sus palabras, no se pone límites.
—La nueva etapa del Espanyol coincide con la de la Fundació. ¿Ilusionado?
—Inauguramos una nueva etapa, que es determinante para la historia del Espanyol y para la historia de la Fundació. Para el club, supone apostar desacomplejadamente por un proyecto de futuro de mucha entidad. Y, desde el punto de vista de la Fundació, porque está llamada a jugar un papel muy significativo desde el punto de vista institucional y de su masa social. La situación gráfica es la de un club que tiene mucho de empresa deportiva y competitiva, entre otras cosas, porque así lo quieren los inversores con Chen a la cabeza.
—¿La Fundación ahora es más importante para salvaguardar la identidad del Espanyol?
—Salvaguardarla sí, pero sobre todo proyectarla. Debemos hacer un esfuerzo para que el Espanyol sea conocido alrededor del mundo. Eso lo hará el equipo, porque nada será posible sin buenos resultados deportivos. Pero la Fundació ha de consolidar esta proyección, tiene que ser uno de los abanderados del proyecto. Claro que dentro de eso está la potenciación de la memoria, del museo, buscar ‘partners’ por todo el planeta focalizando la atención en Cataluña, España y China.
—Es decir, la internacionalización no solo del club sino también de la afición…
—Yo, cuando pienso en la Fundació, pienso en una Fundació homónima en China. Debemos defender la tradición, los colores, el proyecto en China, y para eso necesitamos a gente que trabaje allí, que sienta la Fundació como suya y que tenga un gran papel. Igual que el club tendrá miles y miles de seguidores chinos, queremos hacer lo mismo con la Fundació: con su patronato, comisión delegada y socios allá. La apuesta por China y la internacionalización es imprescindible.
—¿Y qué papel jugará la Fundació del Espanyol en China?
—Tenemos que explicar la historia del Espanyol a millones de seguidores chinos, porque ése es el proyecto que queremos. Igualmente, tendremos que hacer una réplica del museo del Espanyol en China. Todo el esfuerzo de años y años de los aficionados y las esperanzas laminadas solo tendrán sentido si hacemos un gran Espanyol. No un buen club de fútbol con aspiraciones, sino uno grandísimo. Y al mismo nivel debe crecer la Fundació.
—¿Chen Yansheng qué opina sobre ese enfoque?
—A mí me honró que Chen pensara en que la Fundació debía tener este papel, que su presidente no fuera el mismo que el del club. El Espanyol tiene un presidente chino y la Fundació, uno catalán. Y juntos trabajamos por el mismo objetivo de construir un Espanyol muy grande. Chen y el Consejo del Espanyol entendieron perfectamente que así debía ser. Es más, Ramon Robert es uno de los impulsores de esta idea. Y el Patronato de la Fundació decidió por unanimidad que ésta sería la orientación.
—Unanimidad, algo poco frecuente…
—Esto es algo inédito en el mundo del fútbol… ¡Y más en el Espanyol! Todos apostamos por abrir una etapa absolutamente brillante. Diré más: aspiramos a la etapa más brillante de la historia del Espanyol. Como esto no puede quedar en un brindis al sol, lo que nos estamos jugando es el club. Ponemos toda la carne en el asador porque no puede salir mal.
—¿No es ponerse demasiada presión?
—Es que los inversores chinos no han venido a ir haciendo un equipo con objetivos modestos. Pero lo más importante: los socios del Espanyol estamos hasta arriba de la mediocridad, de ir salvando temporadas con algunas excepciones. Con letras grandes: se acabó, ¡basta ya! Lo que une a todos los socios es que ya estamos hartos, que no podemos llegar a la penúltima jornada pensando en si nos salvaremos. La excepción será ahora el año que no vaya bien y la norma, el que va bien. No queremos seguir igual, queremos aspirar a lo máximo, es decir, a estar entre los mejores.
—Por fin un Espanyol de verdad con ambición.
—Si esto lo hubiera dicho hace cuatro años, sería un soñador. La diferencia es que ahora hay datos objetivos: un inversor que ha puesto prácticamente 100 millones en el club. Chen, el Consejo de Administración y el Patronato de la Fundació están comprometidos. Ahora tenemos que dar pruebas a la masa social, que no es una masa de creyentes. Las pruebas serán el equipo técnico y deportivo, la gestión del club y la proyección de la Fundació. Si esto se ve como un todo, el españolismo responderá.
—¿Cuánto cree que puede aumentar la masa social?
—El Espanyol debe de tener en Cataluña entre 600.000 y 800.000 seguidores, de los que un porcentaje muy pequeño son simpatizantes y socios. Debemos convertir los seguidores en simpatizantes y en socios. Y eso sólo se consigue de una manera: ganando. ¿Que se puede perder? Naturalmente, ¿nos lo explicarán a los pericos? No se trata de ser campeones cada temporada, sino de salir satisfechos porque el equipo ha ganado. Y luego no se me escapa la papeleta que tenemos en Cataluña.
—Y más si coincide con títulos del eterno rival…
—El espíritu que necesita un chaval joven para ser del Espanyol es enorme. Ser del otro equipo es muy fácil y ser del Espanyol, una aventura. Ha llegado el momento de sacarle el provecho. De ir a por todas.
—En cuanto a socios de la Fundació, ¿cuál es el reto?
—Tenemos 5.000 colaboradores y 400 socios con carnet. Esto debemos multiplicarlo por cinco. Hay que ilusionar a la masa social con el técnico y los fichajes. El fútbol se mueve por expectativas y la gente quiere soñar. Todo el mundo se puede permitir ser socio de la Fundació, cuesta seis euros, y tiene que hacerlo con ganas, no porque sí. El público necesita un gran club de fútbol que gana títulos. El paradigma es el Leicester. Y la pregunta no es ‘por qué no’, si no ‘cuándo’ hacer lo que ellos han logrado.
—Hablemos de proyectos concretos de la Fundació: ¿cómo hay que orientar la Xarxa d’Escoles de Futbol (XEF)?
—Debemos hablar con el club cómo las orientamos. Aquí hay todo un trabajo de fútbol base que debería estar más integrado. Hay que tener una visión más global. Tenemos a 350 niños y niñas entre las cuatro XEF y esto debe crecer. La cantera del Espanyol es espectacular.
—¿Y podrían abrir alguna XEF en China?
—Debemos trabajar en los dos campos: formación deportiva y técnica aquí y allá. El club es el que debe marcar la política, pero a mí me parecería importante que algunos jugadores jóvenes chinos fortalecieran nuestro club, con un camino de ida y vuelta. China apuesta por el fútbol y debemos estar a la altura para que la gente que ha apostado por nuestro club tenga no solo el orgullo de haberlo hecho sino también el reconocimiento.
—Inauguraron hace poco el Tour Experience…
—Hemos hecho un museo en condiciones bien difíciles, pero gracias al trabajo de los compañeros de la Fundació y del club, la obra es muy digna. Cuando veo el museo, lo veo ocupando todo el estadio. El Tour Experience será vivir en un estadio que a la vez es un museo. Eso enlaza con que a los chavales hay que formarlos en la historia, en los valores del club, y en el convencimiento de que esto de ser pericos es muy especial. Algunos han tenido la suerte de nacer del Espanyol.
—Habla mucho de la cantera. ¿Seguirá siendo esencial?
—El Espanyol debe tener una relación excepcional con todos los clubes de Cataluña, que tienen que vernos como su hermano mayor, el que los protege. Que les suponga una ilusión que un jugador suyo recale en el Espanyol. Eso solo es posible con una política de respeto y fraternidad, que está en las antípodas de la idea de que estando nosotros todos sobran, que es propia de otros.
—No puede destilar usted más ilusión por el futuro…
—Vivimos un momento apasionante y lo mejor no es eso, sino que lo más apasionante de la historia del Espanyol está por venir. Nos ha tocado una magnífica época para vivir y para ser del Espanyol. El club tiene páginas muy espectaculares, pero estamos a punto de escribir las más brillantes.
