Óliver y Vietto no triunfaron y dejarán el Atlético en verano
Gámez y Thomas tampoco podrían estar en la 2016-17. Entre los cuatro suman 41 ausencias en las listas del Cholo Simeone.
De los cuatro, tres ni se vistieron de corto para jugar en Milán: Óliver, Vietto y Gámez. El cuarto, Thomas, sí estaba en la lista. Y jugó, los últimos cinco minutos de prórroga. Pero puede que estos también sean sus últimos, de momento, con el Atlético.
Ninguno, parece, estará la temporada 2016-17. Lo de Óliver y Vietto no sorprende. Ninguno ha triunfado. Óliver, que regresaba tras hacerlo cedido en Oporto, fue el mejor del Atleti en pretemporada, pero se fue apagando cuando la temporada comenzó. Futbolista brutal y diferente, no encajó en el esquema del Cholo.
Titular los primeros seis de siete partidos, pasó a disputar sólo minutos, luego al banco y, después, directo a la grada. En invierno estuvo a punto de irse. La oferta más seria fue del Dortmund. Se quedó pero todo siguió igual. Al final jugó 1.337’. El año pasado en Portugal fueron 2.862’. Suena el Villarreal.
El Villarreal, el club del que llegó Vietto. Costó 20 millones. Fue fichaje estrella, apuesta de futuro, pero pareció no terminar de llegar nunca. Su imagen, sin aire, incapaz de terminar el primer entrenamiento con el Profe se recordará más que sus goles: fueron tres. De Vila-real venía con 20. El de Milán es, por cierto, su único partido en la grada pero, en los ocho de Liga anteriores, sólo jugó en uno y 55’.
El Atleti medita cederle antes que venderle. Cederle y que crezca. Cederle y que vuelva para ser quien se espera que sea. Cederle a no ser que alguien llegue, esté dispuesto a pagar lo que costó y el Atleti recupere su inversión.
Lo de Gámez y Thomas es diferente. El compromiso del primero es intachable. Cuando jugó, cumplió aunque fuera a izquierda y no a la derecha, su sitio. Pero entre el crecimiento de Lucas y el plan de fichar a otro lateral derecho, sus opciones de jugar (1.265’) se minimizan. Thomas fue una de las revelaciones del año tras la lesión de Tiago. Antes siempre estaba en la grada. Después, contaba. Si se va es porque necesita minutos y aquí los tiene, pero pocos.