Pozzo ha vendido jugadores del Granada por casi 50 millones

El negocio de los Pozzo en Granada ha sido redondo. Además de la venta del club, cuyo beneficio directo ha sido de más de 35 millones de euros, han ido acumulando ventas de jugadores durante este tiempo que se acercan a los 50 millones. La venta más sonada en todos estos años fue la de Guilherme Siqueira, vendido al Atlético de Madrid por 10 millones de euros cuando fue adquirido por 200.000 al Inter de Milán. Otra venta sonada fue la de Murillo al Inter de Milán después de haber pasado por el Granada B en Primera Andaluza y cedido a Cádiz y Las Palmas. Su precio de venta rondó los 8 millones cuando llegó por nada. La venta de Brahimi al Oporto por 6,5 millones (fue comprado al Rennes por 3,8); la de Mikel rico por 3,5 al Athletic (fue comprado al Huesca por 600.000 euros); o la reciente de Jhon Córdoba al Mainz 05 por 6.5 millones (lo adquirió por 1,8) engrosan las operaciones del italiano.

Otras menores como la de Brayan Angulo al Ludogorets de Bulgaria por 1,5 millones; la de Ortuño a Las Palmas por un millón; la de Yohan Mollo al Nancy por dos (lo adquirió del Mónaco por 500.000) completan la larga lista de traspasos desde que llegó Pozzo. El filial rojiblanco también ha contribuido a la formación de otros jugadores que Udinese ha vendido después, caso de Luis Muriel, traspasado a la Sampdoria el pasado verano por 10,5 millones. Success y Peñaranda podrían ser los siguientes. El negocio de los Pozzo es sencillo: se trata de captar jugadores jóvenes y desconocidos y venderlos más tarde convertidos en futbolistas consagrados. Para ello cuentan con la mayor red de ojeadores de todo el mundo que controla especialmente el mercado sudamericano y el africano, de donde suele brotar el talento más desconocido y barato.

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