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GRANADA

El Arabi empata en importancia con Cristiano y Aduriz

El marroquí ha dado al Granada 12 puntos con sus goles y aparece en la séptima posición empatado con Cristiano Ronaldo y Aduriz. Rubén Castro lidera con 18 puntos.

El Arabi empata en importancia con Cristiano y Aduriz
Pepe VillosladaDIARIO AS

La temporada que acaba de finalizar ha sido la mejor de las cuatro que El Arabi ha cuajado en el Granada por su regularidad y por su capacidad goleadora. Ha finalizado con la nada despreciable cifra de 16 goles y se ha convertido por derecho propio en el máximo goleador de la historia del Granada superando a Enrique Porta, una leyenda del club. El marroquí ha terminado por convencer a la afición rojiblanca, que se lo ha puesto muy difícil en muchas ocasiones y se lo ha hecho pasar mal, con pitos y desaires que afortunadamente quedan atrás.

Pero no solo han sido los goles sino el valor que han tenido. El Arabi ha otorgado al Granada con sus 16 goles 12 puntos, una cantidad extraordinaria que ha sido clave para conseguir la permanencia. En esa lista de mayor peso e importancia de los goles anotados aparece en la séptima posición empatado con Cristiano Ronaldo y Aduriz y solo por detrás de Benzema, Nolito, Aspas y Griezmann (que han aportado a sus respectivos equipos 14 puntos), Luis Sárez (15 puntos) y Rubén Castro (el mejor en esta faceta, que dio al Betis 18 puntos).

Su mejor secuencia de goles llegó entre las jornadas 34 y 37 marcando en las cuatro de forma consecutiva. Anotó seis goles en cuatro encuentros y lideró la reacción del Granada hasta conducirlo a la permanencia. El penalti anotado en la segunda jornada en el Coliseum Alfonso Pérez que dio la victoria al Granada o un cabezazo en el estadio del Málaga nada más entrar desde el banquillo que dio el empate in extremis en la jornada 13 son algunos de los tantos menos recordados pero fundamentales para lograr la permanencia.

Yousseff El Arabi ha alcanzado esta cifra de goles en una temporada que para él no ha sido precisamente la más apacible. La irrupción de Peñaranda a finales de noviembre le terminó llevando al banquillo y se vio relegado a salir como suplente en muchos encuentros pero nunca perdió el ritmo ni la intensidad. La llegada de José González le devolvió los galones perdidos.