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ESPANYOL

N’Kono y sus vivencias en Bolivia, donde es un héroe con récord

El portero fichó “de casualidad” por el Bolívar en 1995 y aún mantiene el récord de 761 minutos sin recibir un gol.

Barcelona
Azkargorta y N'Kono.
CARLOS MIRA

Conversar con Tommy N’Kono es como iniciar un viaje repleto de aventuras y emociones. De pronto, el entrenador de porteros habla de sus inicios en Camerún, su llegada a España, sus peripecias en vuelos interminables, sus pretemporadas por medio mundo y, cómo no, de una de sus últimas estaciones en su carrera de futbolista. Ahora, vuelve a pisar ese mismo escenario 19 años después. El Club Bolívar fue su último club, en el que jugó desde 1995 a 1997, dejando una huella imborrable y un récord que aún perdura en la Liga del país: estuvo 761 minutos sin recibir un gol en 1995.

Lo cierto es que el camerunés fichó “por casualidad”. N’Kono acudió a Bolivia acompañando al agente de un joven delantero de su país, Festus Agu, que no sabía hablar el idioma. A la semana de estar en la ciudad, aburrido al no haberse llevado a la familia, Antonio López Habas, entrenador de Bolívar, le propuso que entrenara con el primer equipo. N’Kono no se lo pensó dos veces y todos vieron, pese a tener ya casi 40 años, las capacidades innatas del camuernés, que acabó fichando de inmediato. Si Xabier Azkargorta dijo que era un “ilustre desconocido” cuando llegó al país, ocurrió lo mismo con el meta, uno de los grandes porteros de la historia, el mejor africano, pero esa popularidad se la tuvo que ganar en Bolivia.

El club necesitaba un refuerzo para disputar la Copa Libertadores y ese era el exportero del Espanyol. En 1995, N’Kono jugó diez partidos en ese campeonato sustituyendo puntualmente a Mauricio Soria, pero los dos años siguientes se hizo con la titularidad y ganó dos títulos nacionales para su equipo. Fue el 13 de octubre de 1995 cuando consiguió el récord de imbatibilidad que aún se mantiene.

El portero camerunés llegó a ser un personaje carismático en Bolivia, donde el fútbol había ganado repercusión después de la participación de la selección en el Mundial de Estados Unidos, en 1994, con Xabier Azkargorta como técnico. Tanta fue la fama de N’Kono que le ofrecieron mucho dinero por utilizar un pantalón corto con una marca deportiva, pero el meta fue fiel al pantalón largo, prenda que le acompañó en toda su carrera.

A N’Kono se le escaparon las lágrimas en la presentación del minigira. En su etapa de jugador vivió solo y gracias al cariño de la gente el tiempo le pasó más rápido. 19 años después ya no es un desconocido, sino el más popular.