Los últimos arbitrajes dejan muchas dudas en Leganés
Ante el Nàstic, los pepineros se quedaron con diez por segunda jornada consecutiva por la expulsión de Insua. Naranjo se llevó el balón con la mano en el inicio de la acción.
Las últimas jornadas han dejado sensación de malestar en el seno del Leganés después de que los árbitros hayan tomado decisiones discutidas contra los intereses del líder. Una polémica que tuvo dosis doble ante el Nàstic. Lo más discutido fue la expulsión de Insua en el minuto 32. El central gallego despejó mal y dejó a Naranjo solo ante Serantes. En su intento por frenarlo, le agarró de la camiseta fuera del área hasta tumbarlo ya dentro de la zona de castigo. Figueroa Vázquez dio primero la ley de la ventaja y al ver que el ariete fallaba su remate, pitó la falta y sacó roja directa para el pepinero. Lo que no apreció el colegiado fue que Naranjo se había llevado la pelota con la mano en el inicio de su sprint. Podría haber sido la segunda amarilla para el atacante. Finalmente el que se quedó con diez fue el Leganés.
“Yo creo que se la lleva con la mano. Luego el forcejeo dentro del área no lo veo claro porque ya estaba pendiente de la pelota”, dijo Serantes apenas acabado el partido ante las cámaras de Movistar +. “Este punto es un puntazo. Nos sabe como si fueran tres. Parece que nos hace falta más que a los demás para ganar”, había reflexionado segundos antes en lo que se podría entender como una crítica velada. Fue, con todo, el máximo tono crítico que se pudo encontrar en el líder al respecto de estas acciones.
Garitano, tras el partido, restó hierro al asunto. “Justa o no justa, la expulsión me da igual. Lo ha pitado y es lo que hay. Es un buen árbitro y el reglamento es el que es”, afirmó. Una semana antes mantuvo un discurso similar. Ante el Numancia, Munuera Montero recibió duras invectivas del público pepinero. Garitano no las compartió. “No es sencillo para nadie. Los arbitrajes también están cargados de tensión en el final de temporada. Por mi parte nunca voy a tener quejas de los árbitros”, dijo entonces manteniendo su discurso público habitual sobre los trencilla. Asunto distinto es lo que se respira de puertas hacia adentro y las dudas que se generan en el vestuario.
En todo caso, la expulsión de Insua frente al Nàstic se ha convertido en la quinta de un jugador del Leganés en lo que llevamos de temporada, segunda consecutiva después de la doble amarilla que vio Mantovani frente al Numancia. Las otras cuatro se distribuyen entre Insua (tres rojas incluyendo la del domingo) y Bustinza. Este, el Leganés ha jugado 141 minutos en inferioridad frente a los 51 en los que lo ha hecho en superioridad.
La otra acción polémica ante el Nàstic fue el penalti de César Soriano a Gerard. Emaná la mandó a las nubes. Afortunadamente para los madrileños, la ‘maldición’ de Serantes volvió a funcionar. De los ocho penaltis que le han señalado al Leganés, cuatro no terminaron en gol.
Algunos de estos penaltis han sido muy dudosos. Hace cuatro jornadas, ante la Ponferradina, Piñeiro Crespo señaló los once metros tras una falta inexistente de Mantovani. Así lo entendió el Comité de Competición al retirarle la amarilla por esa jugada. En aquella ocasión Andy también marró su disparo.
Esta estadística transforma al Leganés en el tercer equipo con más penaltis señalados en contra de Segunda. Solo Nàstic (10) y Osasuna (9) superan a los pepineros. En el lado opuesto, los blanquiazules han lanzado (y marcado) dos penas máximas. Sólo el Tenerife ha visto como le señalaban menos penaltis que a los pepineros. El único que le pitaron fue precisamente en Butarque. Vitolo la mandó al palo.