—Ya han pasado unos días de que se consumara el descenso, ¿cómo están los ánimos? —Jorobados porque sentimos que el descenso no ha sido justo y eso nos genera una rabia interior que debemos canalizar para buscar el ascenso.—Con más calma, ¿se ve el partido de El Molinón de otra manera o sigue la espina ahí? —De otra manera no. Nosotros descendemos porque no conseguimos los puntos suficientes. El campeonato es muy largo, pero valen igual los puntos en la jornada 1 que en la 38. Cómo orienta Marcelino la semana influye en el resultado de El Molinón, en ese caso el entrenador no está a la altura de un gran club, como es el Villarreal. Reitero mi admiración a ese club, es una acción de un trabajador que se equivoca completamente. No tengo duda alguna de la máxima honradez y seriedad de los dirigentes del Villarreal.—A raíz de sus declaraciones, Soldado le pidió respeto. —He sido respetuoso con todo el mundo. Pero no he visto lo mismo hacia nosotros porque no ha sido un hecho aislado, duró más de una semana. Mostró su deseo de que se salvase el Sporting y eso pasaba porque su equipo no ganase. Marcelino es el jefe de los jugadores. Ya les dijo cuál era su deseo y en muy pocas empresas los trabajadores intentan que no se cumplan el deseo de sus entrenadores. Luego dio 95 horas de descanso. Después, en la previa, provoca diciendo que si pudiera alineaba jugadores del filial y que sacaría el equipo que sacó, cuando no tenía que rotar porque desgraciadamente el Villarreal no llegó a la final de la Europa League. Viaja en el día, por lo que se resiente la alimentación y el descanso. Llegó a El Molinón aclamado como el hijo pródigo. La alineación no era la más competitiva, ese día no juega Adrián (ex del Oviedo) y Baptistao (ex del Rayo) es sustituido cuando era quien más estaba luchando. Después se vieron unas imágenes en el banquillo felicitándose ambos. Y ya lo de la mujer es para tirarse por un puente. En este país, se dice que el fútbol es así y no pasa nada. Es un resumen de una serie de cosas que denotan una falta de respeto a la competición y a los otros equipos que estaban disputando la permanencia, Getafe y Rayo.—Paco abrió la puerta para continuar, ¿al Rayo le gustaría contar con él en Segunda? —Tenemos muy buena sintonía y puede ser bueno para las dos partes. Todos los que estuvimos el otro día en el campo sentimos la responsabilidad de arreglar lo que hemos roto. Los jugadores en otros campos salen casi escoltados y aquí lo hicieron aclamados, como toreros. Ese cariño, comprensión, apoyo... que nos dieron hay que devolvérselo subiendo a Primera. Yo me siento con esa obligación moral.—El Celta quiere a Felipe, ¿el club contempla su marcha? —Tiene contrato y el club cuenta con Felipe.—Muchos jugadores tienen contrato, ¿se antoja una desbandada? —Tenemos muy buena gente en el vestuario. Están sensibilizados y emocionados por esos aplausos finales. Jamás había visto algo como lo del otro día en un campo. Estamos deseando empezar la nueva temporada. Son futbolistas comprometidos. Estoy convencido de que muchos de los cedidos van a intentar continuar sacrificándose ellos para devolver ese cariño.—Otro tema son los abonos para el próximo curso. —Desde el martes ya se está trabajando en preparar una campaña y en intentar que seamos los mismos que éramos e incluso más. La grandeza de una institución se demuestra en las situaciones difíciles y sé que todos los que formamos el Rayo estaremos a la altura. Esta afición es como no hay ninguna otra en España.—El descenso supone un varapalo económico... —Hemos perdido mucho potencial económico, pero con lo que tenemos trataremos de exprimirlo al máximo para hacer un equipo competitivo y subir. Toca diseñar un proyecto para que el club sea viable en Segunda.