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GRANADA

Pina teme la traición de Pozzo

Le había prometido un derecho de tanteo antes de cerrar la venta del club, pero Pina teme que el italiano haya cerrado la venta del Granada sin que él pudiera hacer nada por evitarlo.

Pina teme la traición de Pozzo
Pepe VillosladaDIARIO AS

Por primera vez desde que llegó al Granada, y casi por primera vez desde que llegó al mundo del fútbol, Quique Pina no tiene el control de la situación, no conoce a ciencia cierta el territorio que pisa. Hace tiempo que la relación con Gino Pozzo dejó de ser tan cercana y no conoce bien lo que pasa detrás de la cortina, en el entramado de clubes y proyectos del italiano ni en lo que pasa por su cabeza. Sabe que quiere vender y que se quiere ir, eso es todo. Sin embargo, sus sensaciones son negativas. Tiene la sensación de que Pozzo se la ha jugado por detrás y ha cerrado la venta del Granada sin que él pudiera hacer nada por evitarlo, sin habérselo comunicado previamente tal y como le prometió hace meses y, por tanto, privándole de un derecho de tanteo para igualar cualquier oferta que llegara directamente al italiano. Así lo habían acordado tiempo atrás, y de esta forma Pina tendría siempre la última palabra para seguir al frente del club. La intención del murciano era que la posible salida de Pozzo alterase lo menos posible el día a día (dentro de las lógicas consecuencias de un cambio de propietario) y que él mismo y su equipo siguieran al frente del club y de su gestión, pero rindiendo cuentas a otro jefe. Pero Pina se huele la jugada y antes de considerarla en público como una traición ya ha deslizado que espera que la venta no esté cerrada añadiendo que tiene un inversor que puede igualar la oferta que había sobre la mesa. Pero en realidad sospecha que está fuera de juego.

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Por otro lado, en el club están angustiados. Nerviosos, inquietos. Saben que algo se está cociendo y puede que nada vuelva a ser como hasta ahora. Están armándose de paciencia por si el desenlace de este culebrón se dilata en el tiempo. Fuentes de la entidad reconocen la preocupación y estiman que “en al menos dos semanas creemos que no vamos a saber nada”. Pero no se detienen. Hay mucho que cerrar, balances que realizar, y mucho que planificar de la próxima temporada. Por ahora nada ha cambiado en Los Cármenes más allá de la sensación de estar en un cambio de era después de que el club en los siete últimos años haya experimentado el milagro de consolidarse en Primera.