Adiós a Carlos Gurpegui con la vista puesta en la quinta plaza
Gurpegui cuelga hoy (19:30 C+Liga) las botas ante un Sevilla al que sólo le preocupa no salir magullado de cara a la primera de sus dos finales.
No tiene la técnica de Rojo I ni el remate de cabeza de Fidel Uriarte, pero representa perfectamente los valores del Athletic: entrega sin límite, integridad, compañerismo, amor a los colores, orgullo de pertenencia... Carlos Gurpegui cuelga hoy las botas como futbolista número 18 en partidos (393), curiosamente el dorsal que defenderá a muerte por última vez. Deja su pasión una gran persona, que hará llorar de emoción a San Mamés, su mejor apoyo cuando dio positivo por dopaje en 2002.
Lo hará con el brazalete como capitán ante un Sevilla que es el perfecto invitado al homenaje. Sólo le preocupa no salir magullado de cara a la primera de sus dos finales, la de Europa League ante el Liverpool. Como hay cuatro días de descanso, Emery alineará un once de circunstancias. Lo de no ganar fuera en toda la Liga es lo de menos. Quedará séptimo y buscará evitar las previas ganando uno de los dos títulos. Mejor el continental, que le llevaría de nuevo a Champions.
El Athletic, por su parte, necesita una carambola nada extraña para terminar en la quinta plaza e ir directo a la fase de grupos de la Europa League sin tener que esperar a que el Barça gane la Copa. Precisa de sumar un punto más que el Celta, que visita el Vicente Calderón. Si gana, le vale con un empate en Madrid.
Sin sabor a revancha. La cita no tiene sabor a revancha por los cuartos de final europeos, ya que no hay algo tan grande como entonces en juego. De ahí que, dentro de un orden, la tensión competitiva es la justa. Ambos equipos son los que más partidos van a disputar en esta temporada: 63 los visitantes y 62 los locales.
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