Gracias por atendernos, Enrique. ¿No se anima a verlo en Los Cármenes? Estoy en Zaragoza, además ahora hemos sido abuelos así que tenemos otras tareas este sábado (por hoy). Y le diré más…Diga. Me cuesta ver al Granada porque me pongo muy nervioso con sus partidos. Tengo controlado al equipo que tiene muy buenos jugadores como El Arabi (el franco-marroquí le ha superado este año como máximo goleador de la historia del Granada en Primera), pero a veces sufro de más. Contra el Barça sí lo veré. Ya nos hemos salvado.Hasta 2014, la última victoria del Granada, que hoy haría campeón al Madrid si vence en A Coruña, había sido en la temporada 1971-72 con dos goles de Porta. ¿Lo recuerda? Se había hablado mucho de ese partido y venía precedido de polémica (Santiago Bernabéu había sugerido en unas declaraciones que el Granada podría no emplearse a fondo frente al Barça como parte del pago del traspaso de De la Cruz). Fue un día muy especial para mí. Por la victoria y por hacer los goles, pero por algo más. Mi padre bajó de Zaragoza en coche. Salió a las cinco de la mañana y se vino con un amigo que tenía y que trabajaba en la Azucarera de Motril. Llegó, vio el partido y se volvió.Hemos leído esta semana lo que eran aquellos Cármenes... Le voy a decir una cosa. Jugadores duros hay en todos los equipos. Pedro Fernández, uno de los más señalados, es íntimo amigo mío y una de las personas más nobles que he conocido. Entraba fuerte pero sin malicia. El problema fue el episodio con Amancio, pero luego hubo tres jugadores que le agredieron a él en Madrid. Por lo que leemos estos días, era bastante más probable que ustedes que ganaran al Barça a que el Granada lo haga ahora. Ahora un jugador de la plantilla vale más que toda la plantilla del Granada. Entonces se le podía ganar al Barça y a cualquiera. Teníamos buenos jugadores: Barrios, Fontenla, Vicente, Jaén. Aunque yo en la temporada 71-72 no jugué hasta el cuarto partido.¿Y eso? Pues no lo sé. Habría que preguntárselo al entrenador (Joseíto). Habíamos ganado la Copa de Andalucía y fuimos campeones con gol mío. Pero no jugué hasta el cuarto partido. Eso sí, el partido era contra el Sporting y ganamos 1-0 con gol mío. Ya no dejé de jugar hasta que me dejó en el banquillo en el Bernabéu. Jugué la segunda parte y metí dos goles. Perdimos 4-2…Dicen que Candi, presidente entonces, pidió 20 millones de pesetas por su traspaso el Barça, a millón por gol. Así que se fue. ¿Eso fue así? Eso es lo que contaba todo el mundo menos él… Pero creo que fue así. Me había fichado por 450.000 pesetas procedente del Huesca y yo era un anónimo con 27 años.Pero fue Pichichi con 20 goles. Y eso que un técnico, Néstor Rossi, quería que jugase de defensa. El Granada metió 40, así que hice el 50 por ciento de los goles. Y sin penaltis. Y en 30 partidos. Creo que tenía mucho mérito como lo tuvo Marianín en el Oviedo que ganó con 19 goles. ¿Le sorprende ver que ahora se ganan Pichichis con 50 goles, o 46 y cosas así? El fútbol ha cambiado. Para empezar, se juegan más partidos. Las televisiones han generado muchas diferencias de ingresos entre clubes. En nuestra época jugábamos todos a la misma hora menos un partido que no sé cómo lo decidían, si por sorteo o cómo. Se juega al fútbol de otra manera, los partidos e enfocan más a las estrellas, tiran los penaltis. Es más fácil para los jugadores. Y bueno, hay jugadores como Messi extraordinarios.¿No ir al Barça fue el frenazo a su carrera? Puede ser. Nunca se sabe. No es lo mismo jugar en el Granada que en el Barça, seamos sinceros. Era mejorar. Pero a mí lo que más me dolió fue cómo salí del Granada.¿Cómo fue? Tenía firmado un año más. Yo ya no había acabado ese año como titular pero el último partido del año fue contra el Atlético de Madrid. Ganamos 2-1, metí el gol del triunfo y la afición empezó a gritar “Porta, Porta, Porta”. El Granada había fichado a Miguel Muñoz. Cuando acababan las temporadas, siempre quedábamos jugadores, directivos y periodistas en la sede del club. Todos nos dijimos “hasta el año que viene. Pero luego me llamaron. Muñoz no quería que siguiera. Yo creo que pensó que podía ser un problema si estaba en el banquillo. Por mí o por la gente… Me fui al ZaragozaY luego el Granada bajó con Muñoz… Así es. En Zaragoza.¿Qué le queda de Granada? Muchísimos amigos. Si me hubiera retirado allí y no hubiera venido a Zaragoza me hubiera quedado a vivir allí. Hice amigos, del fútbol y de fuera. Ahora tengo contacto con Chirri y Fontenla que están aquí en Zaragoza e Hidalgo que está en Logroño. Fueron buenos tiempos. Nos juntábamos todos, tomábamos una cerveza después de los entrenamientos, salíamos juntos. Nunca tuve la sensación de ser la estrella de aquel equipo.