Asensi: “Dije que ir a Granada era como ir a la guerra y la lié”
Hubo una época a principios de los años 70 en la que para cualquier equipo ir a Granada era sinónimo de sufrimiento. Asensi lo recuerda y apuesta por el triunfo del Barça.
El Barça vuelve a Granada, ¿qué recuerdos le trae ese campo, esa ciudad?
—Pues muchos. Y no especialmente buenos. Le diré que a mí me esperaban en Los Cármenes viejo con escopeta, es una manera de hablar ¿eh?, que nadie se moleste porque ya la tuve en su día.
—Cuente...
—Pues resulta que un buen día un periodista me preguntó cómo era ir a jugar a Granada y yo le dije que era como ir a la guerra...
—Más o menos lo que dijo Schuster de ir a San Mamés, ¿no?
—Lo mismo, pero creo que él dijo lo de ir a Vietnam o a Corea. Yo fui más general. ¡Pues en buena hora lo dije! Me recibían peor que antes.
—¿Por qué lo dijo?
—¿Sabe qué equipo tenía el Granada entonces?
—Lo recuerdo...
—Una cosa es recordarlo y otra tenerlo delante. Le recito: Izcoa, Toni, Aguirre Suárez, Falito, Jaén, Fernández, Castellanos, Montero Castillo, Echecopar y Porta. Casi nada.
—¿Y a quienes recuerda más de ese elenco?
—Aguirre Suárez, Montero Castillo y Fernández. ¡Qué miedo daban!
—¿De ahí la frase de Rexach cuando se acercaban en autobús a Los Cármenes?
—¡Claro! No es una leyenda. Yo estaba a su lado. Salíamos del hotel en autobús y el viejo estadio del Granada estaba al lado de la plaza de toros. Charly, mirando por la ventana del bus, dijo: “¡Qué suerte tienen los toreros que no se enfrentan a los que vamos a encontrarnos nosotros!”.
—¿Tan terribles eran?
—Que se lo pregunten a Amancio. En un partido ante el Granada, Fernández, creo recordar, estuvo a punto de retirarlo del fútbol. Eran muy duros. Grandes jugadores, pero la mayoría de veces les ganamos.
—Pues he estado mirando estadísticas de sus partidos en Los Cármenes y Rexach, con todo lo que dicen de él, marcó cuatro goles en seis partidos. ¿Tan cobarde no sería?
—Nunca lo fue. A Charly le criticaban porque estaba de moda, pero era un jugador como la copa de un pino. Eso sí, como tenía castaña de fuera, marcaba de lejos. La clave ante estos equipos era la de mover rápido la pelota y no entrar al choque. Si lo hacías, estabas perdido. Mire, jugando así, el Sisu (Martí Filosía) les marcó un gol.
—¡Qué tipo Martí Filosía!
—Un grande. Era capaz de bordar un partido y al partido siguiente ni tocar la pelota. Era de extremos. Pero volviendo al tema de como era jugar en Granada, ¿quiere que le explique una cosa?
—Por favor.
—El año que ganamos la Liga con Johan, el Flaco debutó contra el Granada en la jornada 8 y les ganamos 4-0 en una exhibición de Cruyff, que marcó dos goles. Ya no perdimos a partir de entonces, pero en la segunda vuelta, cuando ya íbamos líderes y habíamos ganado 0-5 al Madrid en el Bernabéu, en Los Cármenes nos esperaban de uñas. No pasamos de medio campo. Empatamos a uno con gol de Juan Carlos, pero realmente, lo pasamos fatal.
—Y ahora, ¿cómo lo ve?
—Pues que ha cambiado mucho el fútbol, el campo y el Granada. Antes los partidos no se televisaban y se hacían cosas que ahora no se podrían hacer de ninguna de las maneras. He estado en el campo nuevo del Granada y no tiene nada que ver con el antiguo. Era estrecho, una ratonera. No había lugar para esconderse. Ahora es diferente. Y está Messi, claro.
—¿Qué le transmite Messi en un final de Liga apretado?
—Pues toda la seguridad del mundo. Si el jefe dice que hay que ganar, se gana. Y Messi es el jefe absoluto ahora del Barcelona. Ante el Espanyol y ante el Betis le volví a ver en un perfecto estado de forma. Muy bien. Mientras esté Messi tengo confianza en que se ganará la Liga.
—El que sigue igual que siempre es el Madrid, nunca falla. ¿Era igual en su época?
—Siempre ha sido así. Al Real Madrid nunca hay que darlo por muerto. Yo he tenido grandes amigos del Real Madrid, y aún los conservo, y saben que soy culé a rabiar, pero hay que reconocerles que son irreductibles y que eso es un mérito que tienen. Si el Barça se despista en Granada, no dude que el Madrid estará ahí detrás y no fallará.
—¿Qué siente un jugador ante una situación así, que es como una final?
—Depende de tu estado de forma y de tu manera de ser. Yo las vivía bastante tranquilo, otros se ponían más nerviosos. En el caso del Barcelona actual no creo que haya demasiados problemas. Estamos hablando de jugadores internacionales todos, primeras figuras mundiales que lo han ganado todo y que no se ponen nerviosos.
—¿Pero no le da la sensación de que han llegado al final un poco cansados mentalmente?
—Es que lo que le ha pasado al Barcelona es muy duro. Hay que tener la cabeza muy bien amueblada para recuperarse de un varapalo como el de perder 12 puntos de ventaja. Eso le pasa a cualquier otro equipo y se hunde en la mitad de la tabla. Volver a ganar lo que tenías ya ganado es muy complicado y creo que el Barcelona ha logrado salir del bache.
—¿Cómo vivirá la jornada del sábado?
—Pues sufriendo y deseando que el Barcelona gane en Granada, equipo que ya está salvado pero que no lo pondrá fácil. Pero el Barça tiene una cosa que no tienen los demás. Tiene a Leo Messi y quiere la Liga; no se hable más.
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