El Zaragoza las pasa canutas frente al colista de Segunda
Lanzarote y Diamanka, en dos acciones aisladas, deciden un encuentro de contrastes en el que el Bilbao Athletic fue mejor. El Zaragoza, cuarto.
El Zaragoza las pasó canutas para derrotar al colista de Segunda División, pero continúa metido de lleno en la pelea por el ascenso directo. Lanzarote y Diamanka, en dos acciones aisladas, decidieron un partido de contrastes y que mantuvo en vilo al zaragocismo hasta el último cuarto de hora. La Romareda acabó haciendo la ola, pero sufrió lo que no está escrito. El fútbol lo puso el Bilbao Athletic, claro dominador de la pelota durante casi toda la tarde, aunque la victoria se la llevó el Real Zaragoza, que asciende a la cuarta plaza de la clasificación y se mantiene a tres puntos de la tierra prometida.
El Bilbao Athletic llegó a La Romareda virtualmente descendido, pero no rendido. Lejos de dar facilidades, salió con decisión y valentía, dispuesto a disputarle el balón al Zaragoza con todas las de la ley. Además, el filial rojiblanco achicó muy bien los espacios y al equipo de Carreras le costó filtrar balones claros y no tuvo la fluidez necesaria para generar fútbol de ataque. Todo su ímpetu durante los primeros veinte minutos fueron un remate alto de Dongou y un disparo lejano de Javi Ros, algo menos que el Bilbao Athletic, que comprometió a Manu Herrera con varios pelotazos cruzados y, especialmente, con un tiro cruzado de Santamaría.
Pero cuando más atascado parecía el Zaragoza surgió una vez más Manu Lanzarote. En una acción sin aparente peligro, Javi Ros se hizo con un rechace en la frontal del área y sirvió con precisión al extremo para que su zurda hiciera una nueva diablura. Su disparo con efecto fue extraordinario e hizo inútil la estirada de Álex Remiro.
El 1-0 no desbarató el ánimo del Bilbao Athletic, que continuó con su misma política brillante, pero le dio al Zaragoza cierta tranquilidad y un pasaje de diez minutos de fútbol veloz y profundo, casi siempre surgido de la botas de Lanzarote.
Al filo de la media hora, Cabrera tuvo la sentencia con un cabezazo portentoso entre cuatro rivales, pero el portero rojiblanco hizo la parada del encuentro. Fue el último remate del Zaragoza en toda la primera parte, un periodo con escasos alardes colectivos y en el que su línea media fue casi siempre superada por los cachorros de Ziganda.
El Zaragoza siguió jugando con fuego a la vuelta del descanso y estuvo a merced del Bilbao Athletic en el arranque de toda la segunda parte. Fue casi un asedio, con el balón siempre en poder de los rojiblancos y las ocasiones sucediéndose en la portería de Manu Herrera entre los silbidos de la parroquia zaragocista. La oportunidad más clara fue, sin duda, un cañonazo desde fuera del área de Aketxe que no blocó el guardameta y Santamaría, con todo a su favor junto al palo, no supo enviar a la jaula.
Ante el desconcierto mayúsculo, Carreras relevó a Culio, con una tarjeta amarilla y una tarde gris, y dio entrada a Diamanka para intentar poner remedio al repaso visitante. Y la salida del senegalés, al que el entrenador del Zaragoza le ha venido negando el pan y la sal, resultó providencial. Fue primero protagonista en varias acciones de contragolpe que acabaron con el agobio del Bilbao Athletic y acabó sentenciando el partido, tras una gran acción personal de Isaac.
El 2-0 ya resultó definitivo y cerró un duelo en el que el Zaragoza sólo fue mejor que su rival en el área. El triunfo era ineludible, pero el sufrimiento fue impropio de un candidato al ascenso directo.
