El Athletic se deja el quinto puesto en la fiesta de Valerón
Los leones no supieron salir del ritmo que marcó 'El Flaco', que recibió todo el cariño en el campo y en la grada por su gran carrera. Gol mal anulado a Bóveda, que era el 0-1
El Athletic fue un invitado excepcional, respetuoso a más no poder, a la despedida del gran Juan Carlos Valerón. El equipo rojiblanco está exhausto, con 61 partidos a cuestas, y no le dio para hincar el diente a un Las Palmas que le dejó adormilado con su toque canario. Era el día de El Flaco, al que hasta los leones fueron a abrazar perdiendo su tiempo cuando fue cambiado en el minuto 72. Hay ritos en el fútbol por encima de los resultados y los rojiblancos rindieron pleitesía al genio. Estaban cautivados con él.
No merecía menos el de Arguineguín, un tipo desgarbado sin balón, enhiesto con él. Uno de los adelantados en el toque, siempre en línea de pase, eternamente profundo. Es tan buen tío que seguro que ni le hubiese importado que el Athletic ganase ayer, pero es que a su rival, sin resuello, le venía hasta de perlas que se parase el partido.
Los de Valverde vuelven a la sexta plaza y necesitan el influjo de amistad de Raúl García en el Atlético para que los colchoneros no pierdan ante el Celta. También se impone ganar al Sevilla en el homenaje a otro que se va, Carlos Gurpegui, al que su delegado, Andoni Imaz, retrató junto a Valerón. Coraje y fantasía juntos. Nobleza infinita.
Cierto es que el árbitro jugó una mala pasada al Athletic. Le anuló un gol legal por fuera de juego inexistente de Bóveda sobre la hora, en un zurdazo de San José que rebañó el ex del Eibar en el segundo palo. El línea de Pérez Montero estaba también de fiesta y le dejó sin su primer tanto como león.
Se jugó, como era de esperar, al ritmo de Valerón, más o menos el de este fantástico Las Palmas. Cuánto le gustaría a Setién tenerle a su mejor nivel. Con 40 años, cada balón que toca aún sale mejorado. El cuerpo le cruje. Chocó con él Bóveda y casi hay que llamar a los camilleros. El equipo canario hipnotiza con su fútbol de asociación. El Athletic salió a presionar arriba y pronto se replegó, esperando guardar fuerzas y que los canarios aflojasen. Los de Valverde hicieron más bien poco para encontrar el gol. Las Palmas, por respeto, nada.
Apenas hubo un cabezazo fuera de Aduriz antes de que el Estadio Gran Canaria fuese un clamor coreando en pie a Valerón. De Marcos, que con su pubalgia a cuestas era uno de los más activos, mandó un centro-chut al larguero. Su profundo dolor le mandó a la ducha. Ni Williams ni Raúl estaban finos. Aduriz ha terminado a medio gas. Quedó el recurso de San José. No bastó. El Athletic es sexto seguro, pero no evitaría las previas si el Sevilla queda campeón. Las Palmas tiene futuro. Ya sin su genio.