El Valencia alza un muro en Chamartín: Diego Alves
Ha arruinado las opciones del Madrid en las últimas dos ligas (17:00, C+ Liga). Lucas Vázquez por Bale; vuelven Benzema y Casemiro.
Hace semanas que no hay presente para el Valencia, más allá de los tres millones que obtendría, en virtud del nuevo reparto televisivo, si le quita la octava plaza al Málaga. Ese es su techo. O tachuela, teniendo en cuenta que su plantilla es la cuarta más valorada de Primera (243 millones). García Pitarch elabora ya los planos de la próxima temporada, en los que se purgará a la plantilla, y sólo Alcácer, que esprinta para la Eurocopa, y Pako Ayestarán, que defiende su candidatura sobre el oleaje, tienen algo que ganar. El técnico, tercero del curso, ha ofrecido mejores resultados que sus antecesores. Dobla el promedio de Neville y con sus números el Valencia rondaría la Champions, pero pelea contra un afición que quiere limpiar un pasado del que él forma parte.
Y luego está Diego Alves, en papel de superhéroe en el Bernabéu. Nueve paradas hace dos temporadas y ocho el año pasado en partidos que acabaron con el mismo resultado (2-2) y que cambiaron la suerte liguera de un Madrid en similar trance (sigue el partido en directo en AS.com). “No relaja una parada, relaja un buen partido”, explica el meta. El Valencia se planteó su traspaso a final de campaña, pero tras su recital en el Camp Nou se le considera ahora insustituible. Hoy será el muro de un Valencia con Parejo y no se sabe si con André Gomes, tocado, cuya alineación condiciona incluso el dibujo del equipo. Con su depresión a cuestas ganó en el Camp Nou y el Madrid, con la fatiga de la Champions en el cuerpo, toma nota.
Regresan Casemiro y Benzema. El francés se ha lesionado cinco veces esta temporada, pero no ha perdido el hilo. Doce goles en sus últimos trece partido así lo explican. Quien regresa al parte de heridos es Gareth Bale, que pasa el curso entre la camilla y el éxito. Se rompe más que nunca (18 encuentros se ha perdido por lesión o por prudencia) y juega mejor que nunca. Su ausencia sirve otra oportunidad a Lucas Vázquez. Queda libre su plaza natural en la derecha y a Zidane le incomoda cambiar el papel de sus notables. Por eso jugó Jesé ante el City y por eso lo hará hoy el canterano gallego. Se despedirá también Arbeloa, siete años después de su regreso. Sólo ocho partidos en el curso, pero un importante papel en el vestuario. Se le adivinan dotes de ministro de propaganda en el club.
Cristiano, que se perdió los últimos dos partidos, no se perdonará este. Aún tiene a tiro Pichichi, Bota de Oro y Liga y existiría margen de recuperación para la Champions si hay recaída. Para él, descansar es perder tiempo y oportunidades.
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