La Rosaleda es el último flotador al que puede agarrarse el Levante para no ahogarse. En su encuentro número 400 en Primera División, el equipo granota descenderá si pierde con el Málaga. Sus 29 puntos no le servirían para alcanzar los 36 del Granada ni al que gane del Getafe-Sporting. Si el Levante gana, sus 32 puntos le darían más posibilidades matemáticas que reales de permanecer entre los grandes, considerando que el próximo visitante del Ciudad de Valencia es el Atlético de Madrid.
El Málaga, salvado del descenso y sin opciones de meterse en la Europa League, tratará de mantener intacta su honradez y terminar con cinco jornadas sin ganar en las que ha sumado tres puntos de 15 posibles. De manera que el foco de interés está en la portería. Carlos Kameni ha vuelto a ser convocado casi dos meses después de lesionarse en Riazor. Y en México se han echado sus barbas a remojar porque barruntan que su mediático paisano, Memo Ochoa, puede regresar a la suplencia. Distintas maneras de afrontar la realidad de un final de campeonato.
El Málaga se cruza otra vez
El primer descenso del Levante a Segunda fue en 1965, en una eliminatoria de permanencia que perdió con el Málaga (derrota 4-2 en La Rosaleda y empate a cero en el viejo campo de Vallejo).