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ESPANYOL-SEVILLA

Felipe 'Salvador' Caicedo

El Espanyol hizo valer el tanto del ariete ante un Sevilla sin apenas titulares y pensando en la vuelta de Europa League ante el Shakhtar.

Caicedo celebra su gol ante el Sevilla.
Caicedo celebra su gol ante el Sevilla.Quique GarcíaEFE
LALIGA

Tenía para tres semanas y se recuperó en diez días. Felipe Salvador Caicedo, el hombre-gol (con ocho tantos ya) de un Espanyol que se jugaba la vida, hizo honor a su segundo nombre y volvió al rescate para darle una victoria que le deja con pie y medio en Primera. Con 40 puntos, a cinco del descenso a falta de sólo dos jornadas. Las matemáticas del fútbol. Las mismas que persiguen al Sevilla, al que ya únicamente le queda una oportunidad para ganar al menos un partido de Liga a domicilio.

Los nervios atenazaron de inicio al Espanyol, cuyo pulso no estaba precisamente para desactivar una bomba y eso que entró con Caicedo, Víctor Sánchez y Óscar Duarte. Lo contrario le sucedió al Sevilla, que no repetía a uno solo de los titulares de Ucrania —Emery incluso descartó a Banega— pero que se soltó enseguida, con un centro de Diogo a los seis minutos que Coke cabeceó forzado y, cuatro después, con un pase de Curro —junto a Matos y Cotán, canterano titular— que no atinó a empalmar bien Llorente.

En el bando perico, eran tantas las ansias de que salieran las cosas que casi nunca lo logró. Coke evitaba en el 23’ un remate en boca de gol de Víctor Sánchez, el mismo que envió al lateral de la red un chut al final del primer tiempo. Y Rico, de puños, le quitó a Caicedo el balón a centro de Asensio. Poco más hasta el descanso salvo el reloj de arena que iba apurando el tiempo en la final perica.

Pero el reloj de arena se convirtió en compás en la reanudación a la que Asensio tomó los galones. Primero le puso un centro a Víctor que el mediocentro, un auténtico pulmón, cabeceó al poste. Y, poco después, tras un susto en una contra sevillista en la que a Llorente se le hizo de noche, de nuevo Asensio sacó un zurdazo que pudieron rechazar entre Rico y el palo, pero no lo suficiente para que Caicedo, cual cazador, lo enviase al fondo de las mallas.

Espabiló definitivamente el Espanyol, que pasó de un nerviosismo que les paralizaba a una firme decisión de ir a por la victoria. Son las dos maneras de vivir en el alambre: bloquearte y sollozar o mostrar el hambre suficiente como para salir de ese pozo. En el segundo tiempo, el Espanyol optó por el segundo de los caminos, y acertó. Y, tras el 1-0, buscó la sentencia. La pudo tener Hernán quedándose solo ante Rico de no ser porque Martínez Munuera decretó un inexistente fuera de juego. También Asensio, en dos chuts desde lejos que obligaron al meta sevillista a multiplicarse. Aunque para ocasión, la triple que tuvieron entre el propio Asensio, Víctor Sánchez y Gerard, que culminó con un disparo de este último al palo. Si el aficionado del Espanyol aguantó eso, es que su corazón lo resiste todo.

Para el Sevilla, la segunda mitad no fue ni reloj de arena ni compás, sino un ver pasar el tiempo al estilo de la canción de Casablanca, ‘As time goes by’. No la tocó Sam, pero sí Pareja, quien reaparecía tras un año de lesión, con ovación de la grada perica, que le sigue recordando. Y tampoco la tocó nadie arriba como para inquietar a Pau, titular esta vez en detrimento de Arla: ni un chut a puerta del Sevilla en todo el encuentro. Demasiadas rotaciones y la vista centrada en la Europa League. Ésa será otra historia.