“El Saúl del Bayern es el que todos nosotros esperamos”
AS reunió en la Plaza del Corazón de Jesús, donde empezó a dar patadas al balón, a sus los mejores amigos de Saúl: Carlos Sempere y Fernando Buedo.
Saúl vive su mejor momento en el Atleti. El gol que le marcó al Bayern vuelve a centrar el foco en su gran temporada. Su eslalon ha dado la vuelta al mundo. Es fijo para Simeone y uno de los jóvenes de moda en Europa. El protagonismo que ha adquirido permite que su ciudad natal, Elche, disfrute de la Champions. AS reunió ayer en la Plaza del Corazón de Jesús, donde empezó a dar patadas al balón, a sus dos mejores amigos: Carlos Sempere y Fernando Buedo. El primero jugó con él desde los cuatro años hasta que se marchó a Madrid. Y el segundo vivió en directo su último gol en el Calderón, junto a la familia de Saúl y otros acompañantes. “El Saúl que vimos ante el Bayern es el que nosotros esperamos, el que conocimos desde muy pequeño”, coinciden todos.
Carlos Sempere recuerda que Saúl “además de haber sido un trasto” siempre destacó como “un delantero desequilibrante”. Le considera un jugador “adaptado al fútbol moderno, un box to box con polivalencia y gol, mucho gol”. Cuando tenía 10 años, Boria, su padre, le prometió un perro si marcaba cien goles con la peña Intangco. Superó con creces el centenar. Boris, su pomerania, ya ha cumplido 12 años. Ahora suma nueve dianas en competiciones oficiales, sólo superado por Griezmann (29) y Torres (10).
Fernando Buedo tiene dos años más que Saúl y recuerda que el centrocampista del Atleti jugaba de pequeño en los torneos de las urbanizaciones del Tamarit de Santa Pola, con su hermano mayor, que tiene seis más que Saúl. “Es un deportista en estado puro. Mientras tú te tomas una cerveza en su casa, él hace abdominales y da toques con el balón. La capacidad de mejora que tiene es increíble”, apunta. Saúl se crió en una familia de futbolistas donde “siempre” tuvo la presión del apellido. “Nunca le gustó que insinuaran que jugaba por ser hijo de Boria o hermano de Aarón; nunca le han regalado nada”, precisa Buedo.
La clave de su éxito la encuentran en su “calidad y sacrificio” y en su entorno: “Se mueve en un círculo sano. Es una persona súper humilde, alejado del estereotipo de élite al que estamos acostumbrados”, explica Carlos. La estrecha relación que Saúl mantiene con el balón le ha alejado de ambientes poco adecuados. También destacan su lado humano. Carlos sufrió un problema cardíaco que amenazó con retirarle del fútbol. “Saúl, Boria, Pilar (su madre) y sus hermanos fueron los primeros en preguntar por mí”, revive emocionado. Ahora Saúl se centra en la Liga, en la vuelta de la Champions y en la posible llamada del seleccionador Vicente del Bosque.
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