De la terapia al fútbol
La plantilla sabe que solo con actitud no se le gana al Sevilla y se afana en mejorar aspectos del juego, sobre todo en la defensa.
La plantilla del Espanyol, la dirección deportiva, el cuerpo técnico y el Consejo —ayer los directivos Mao Ye y Ramon Robert estuvieron en Sant Adrià— se aúnan en hacer todo lo posible para que el equipo perico selle la salvación este domingo ante el Sevilla. La Ciudad Deportiva desprende un halo de positivismo que debe ayudar a que los jugadores saquen lo mejor de sí, pero también saben que para ganar esta primera final no basta solo con actitud. “Al final, es fútbol, y hay que intentar no cometer errores, acertar y mejorar aspectos del juego”, confiesan también desde Sant Adrià, sabedores de que la cara del equipo debe ser la del día del Celta, por ejemplo, y no la de Levante o Las Palmas.
Ángel Gómez, licenciado en Psicología, está hablando con la plantilla para que afronten el partido bien emocionalmente, y todos los jugadores —ya sean veteranos o jóvenes— intenten hacer lo mismo con sus compañeros. Uno de los aspectos que más se ha insistido es el de convertir esta semana en una más para no crear una sobreexcitación que pueda resultar perjudicial, como ocurrió ante el Athletic Club en la vuelta de las semifinales de la Copa del Rey de la temporada pasada.
A Galca le toca sobre todo el aspecto relacionado con el juego, lo que realmente marcará la diferencia ante el Sevilla. Con la baja de Javi López, Álvaro González se antoja como el lateral titular, mientras que Enzo Roco, Óscar Duarte y Rubén Duarte completarían la defensa. Es en esta línea en la que más hincapié se está haciendo, con tal de que no se cometan errores que costaron algunos de los goles ante Las Palmas.
La baja de Abraham González deja en el aire una de las posiciones clave del equipo. Con Pape Diop y Víctor Sánchez como futbolistas fijos, y Marco Asensio, Hernán Pérez y Gerard Moreno como tridente ofensivo, la duda es si juega Burgui en la izquierda o Víctor Álvarez, o si por el contrario Joan Jordán actúa en medio para repetir el 4-1-4-1. Lo cierto es que esa baja desequilibra al Espanyol: las cuatro victorias que se han conseguido desde el 2-1 de Valencia llegaron con el trivote. Hallar con la pieza adecuada puede ser clave.