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AS Historia | Eurocopa

La Eurocopa de Inglaterra 1996 en imágenes

La decisión de que Inglaterra organizara la Eurocopa de 1996 fue tomada por la UEFA el 5 de mayo de 1992. Esto fue interpretado como la pauta para la plena integración del fútbol inglés en las competiciones europeas después de que la UEFA le exiliara durante cinco años tras la tragedia de la final de la Copa de Europa entre Liverpool y Juventus en Heysel (1985).
La mascota volvió a ser un león, como en el Mundial de 1966, y se le bautizó como Goaliath. Al nombre del personaje bíblico se le cambió la primera sílaba por 'goal' (gol en inglés).
El Adidas Questra Europa fue el balón oficial. Las cinco capas de materiales de las que estaba compuesto le daban mayor resistencia y permitían un mejor control.
La de Inglaterra, no sólo fue la Eurocopa de la instauración del gol de oro o del incremento de participantes, sino también fue la primera Eurocopa en la que cada victoria se contabilizaba con tres puntos y la primera en la que cada selccionardor podía convocar a 21 jugadores para cada partido. Además, se comenzaron a introducir adelantos tecnológicos que facilitaban el diálogo entre los árbitros y sus asistentes. Cuando el linier quería avisar al árbitro, pulsaba el botón de su banderín. El impulso electrónico (en la imagen) iba al brazo del colegiado.
La de Inglaterra, no sólo fue la Eurocopa de la instauración del gol de oro o del incremento de participantes, sino también fue la primera Eurocopa en la que cada victoria se contabilizaba con tres puntos y la primera en la que cada selccionardor podía convocar a 21 jugadores para cada partido. Además, se comenzaron a introducir adelantos tecnológicos que facilitaban el diálogo entre los árbitros y sus asistentes. Cuando el linier quería avisar al árbitro, pulsaba el botón de su banderín. El impulso electrónico iba al brazo del colegiado (en la imagen).
España fue la primera selección en lograr su pase para la Eurocopa después de realizar una inmaculada fase de clasificación en la que no conoció la derrota. Aunque si bien es cierto que el juego desplegado no encandiló a la afición, este camino triunfal rearmó de moral a los españoles, 'tocados' tras la eliminación del Mundial de Estados Unidos y la no clasificación para la Eurocopa de 1992, y situó a la Selección en el grupo de favoritos para conquistar el título europeo.
Fue la noche de Inglaterra y de la pareja Shearer-Sheringham. Esta sociedad tuvo ante Holanda su momento estelar. Ambos marcaron dos goles y condujeron a su selección a lograr una rotunda victoria en su mejor encuentro del torneo. Wembley terminó en pie cantando para celebrar una victoria memorable. En la imagen, Stuart Pearce intenta parar a Jordi Cruyff.
Inglaterra y Escocia ofrecieron poco fútbol, salvo cuando aparecieron las estrellas. Shearer adelantó a los pross con un testarazo, aunque lo mejor quedó para el final. Seaman detuvo un penalti a McAlliester, 59 segundos antes de que Gascoigne marcara el segundo. En la imagen el 2-0 de Gascoigne.
Gascoigne recogió en el área escocesa un pase de Anderton, superó a Hendry con un sombrero y marcó de volea uno de los mejores goles del torneo. La celebración fue acorde a su fama: Gazza se tumbó y sus compañeros le rociaron la boca de agua simulando un chorro de alcohol: era la llamada "Silla del Dentista". Inglaterra y Holanda pasaron a los cuartos de final.
La Selección española no jugó bien esta primera fase y sufrió para conseguir su billete a cuartos. Tras empatar sus dos primeros partidos en los minutos finales, los de Clemente no dependían de sí mismos para clasificarse: tenían que ganar a Rumanía y que Francia y Bulgaria no empataran a dos o más goles. Las dos condiciones se cumplieron. España logró su primer triunfo del torneo, de nuevo de manera agónica, y los franceses doblegaron a los búlgaros. Galos y españoles se clasificaron. En la imagen Hierro y Penev durante el encuentro del Grupo B ante Bulgaria.
Intenso encuentro entre franceses y españoles. Ninguno de los dos cedía un metro y las ocasiones eran contadas. Tras el descanso, Djorkaeff adelantó a Francia. Los españoles ya estaban con las maletas hechas cuando Caminero batió a Lama. España se mantenía con vida, aunque su destino estaba en manos del Francia-Bulgaria. En la imagen Bixente Lizarazu y Juan Manuel López.
España se metió en cuartos tras otro partido agónico. A falta de seis munutos para el final, la Selección empataba con Rumanía y la voluntad y el ansia podía al cerebro. Pero Amor, en esos últimos minutos en los que España parecía haber encontrado la inspiración, logró el gol de la victoria y la clasificación. En la imagen Guillermo Amor celebra el 2-1 definitivo.
España se metió en cuartos tras otro partido agónico. A falta de seis munutos para el final, la Selección empataba con Rumanía y la voluntad y el ansia podía al cerebro. Pero Amor, en esos últimos minutos en los que España parecía haber encontrado la inspiración, logró el gol de la victoria y la clasificación. En la imagen, los jugadores del banquillo celebran el gol de Amor.
Francia auxilió a España. Durante 20 minutos, los que transcurrieron entre el gol de Stoichkov, primero de Bulgaria, y el de Loko, tercero de Francia, planeó el 2-2. Sin embargo, los galos cerraron cualquier debate y ganaron un encuentro que estuvo cargado de tensión. De hecho, Desailly llegó a acusar al propio Stoichkov de haber mostrado una acitud racista durante el choque.
Alemanes y checos se clasificaron en una última jornada dramática y en donde las cuatro selecciones tenían opciones de pasar. Italia debía vencer a los germanos para meterse en cuartos, pero sus esperanzas se estrellaron con un muro llamado Köpke. El empate de la "azzurra" habría sido óptimo si Rusia hubiera logrado la victoria ante la República Checa. Y así ocurría, pero Smicer empató en el minuto 88, clasificó a los checos y mandó a la selección italiana de vuelta a casa. En la imagen, Zola rodeado de defensas alemanes.
Cuando más falta hacía, a Zola se le encogió la pierna. Italia necesitaba ganar y el árbitro señaló penalti. El pequeño delantero cogió el balón, avisó con la mirada, lanzó flojo y Köpke detuvo (en la imagen). Fue la gran ocasión de Italia. Antes tuvo algunas más pero el meta alemán estuvo soberbio. El empate mandó a casa a Italia.
La República Checa salió ante Rusia con convicción y en 18 minutos ya ganaba 0-2. Sin embargo, los rusos protagonizaron una espectacular remontada que eliminaba a su rival. A falta de dos minutos para el final surgió Smicer, marcó el empate a tres y clasificó a los checos. En la imagen Karel Poborsky con Igor Yanovski.
Dinamarca cayó eliminada después de evidenciar una falta de recambios para los veteranos que lograron la hazaña en 1992. Con la vigente campeona fuera, otras selecciones modestas parecieron decididas a coger su testigo. Ese fue el caso de Portugal y Croacia. Los lusos se clasificaron después de desplegar el mejor fútbol del torneo, mientras que los croatas basaron su pase en la calidad individual de sus jugadores. Ambas presentaron sus credenciales para suceder a los daneses en el palmarés. En la imagen, tiro al palo del danés Brian Laudrup ante Croacia.
Davor Suker apareció en la Eurocopa para desgracia danesa y cambió la cara de un torneo en el que la fortaleza parecía haberse impuesto a la genialidad. Croacia vivió todo el partido a costa de la chistera del flamante nuevo jugador del Real Madrid: marcó el primer gol de penalti, dio el segundo a Boban y fabricó una obra magistral para anotar el tercero. La explosión de Suker descosió a Dinamarca que acabó mostrando todas sus carencias. La croata se convertía por derecho propio en la primera selección en alcanzar los cuartos. En la imagen, Zvonimir Boban y Davor Suker celebran la victoria (3-0) ante Dinamarca.
Un gran disparo con la pierna zurda de Fernando Couto (en la imagen) hizo añicos el sueño de Turquía que, a partir de este gol dejó su carácter combativo por el acomplejado. Esta segunda derrota apeó a los turcos de los cuartos.
El último partido era un trámite para Croacia. Tanto es así que lo despreció. Blazevic dio descanso a ocho de sus titulares y regaló el encuentro a una Portugal que terminó arrollando en el campo y como líder del grupo. En la imagen, Paulo Sousa ante Goran Vlaovic.
España jugó su mejor partido en Wembley, ante los anfitriones. Con un Sergi antológico, la Selección dominó a una entregada Inglaterra en todos los aspectos del juego. En todos, menos en el marcador. El empate final condenó a los españoles a la lotería de los penaltis en donde Hierro lanzó al larguero (en la imagen) y Seaman detuvo el tiro de Nadal; España cayó de nuevo en cuartos. Francia, también gracias a los penaltis, Alemania y la República Checa se convirtieron en los otros semifinales.
España jugó su mejor partido en Wembley, ante los anfitriones. Con un Sergi antológico, la Selección dominó a una entregada Inglaterra en todos los aspectos del juego. En todos, menos en el marcador. El empate final condenó a los españoles a la lotería de los penaltis en donde Hierro lanzó al larguero y Seaman detuvo el tiro de Nadal (en la imagen); España cayó de nuevo en cuartos.
Los penaltis también fueron jueces en este partido falto de brillantez y en donde las defensas anularon a los ataques. Holanda fue superior a una Francia que sólo apretó en la prórroga pero no supo concretar a su mando y quedó eliminada tras errar Clarence Seedorf la cuarta pena máxima. En la imagen, Youri Djorkaeff ante Winston Bogarde.
Los de Vogts se adelantaron en el 21' gracias a un penalti; en el 33', el árbitro no vió una obstrucción de Helmer a Suker dentro del área; en el 55', expulsó rigurosamente a Stimac; y en el 59' ignoró una falta de Freund a Jerkan de la que salió el segundo gol teutón. En la imagen Matthias Sammer marca el definitivo 2-1 para Alemania.
A Portugal le sobró toque y le faltó contundencia, lo que terminó pasándoles factura porque, enfrente, la República Checa contaba con Poborski. En el 52', el checotiró de genialidad: recibió un balón de espaldas, se lo llevó entre Oceano y Couto y, sin levantar la vista, picó la pelota por encima de Baía. Un gol de bandera que clasificó a los checos y le abrió las puertas para fichar por el Manchester United. En la imagen, Korel Poborsky y Joao Pinto.
La Eurocopa quedó marcada definitivamente por la subyugación del fútbol a la dictadura de los penaltis y las semifinales fueron la muestra más evidente. El lanzamiento indiscriminado desde los once metros hizo de los porteros los verdaderos héroes. Köpke (en la imagen) volvió a ser decisivo deteniendo el lanzamiento del inglés Sothgate y dejó a los anfitriones sin fiesta nacional.
Los galos se despidieron de la Euro tras probar la medicina que ellos mismos dieron a Holanda. Domaron el partido y gozaron de dos ocasiones claras para rematar a los checos, una de Djorkaeff, que remató al larguero, y otra de Blanc, a dos minutos del final de la prórroga. Sin embargo, no era el día del ataque de Francia y se llegó a los penaltis. La emoción se mantuvo hasta el duodécmio lanzamiento. Kadlec marcó y guillotinó a los bleus porque el undécimo, lanzado por Pedros, fue desviado por la pierna de Kouba. En la imagen, los jugadores checos celebran el pase a la final.
Entrada para la final.
Volvió el rey de Europa. Alemania jugó ante la República Checa su quinta final de la Eurocopa en ocho participaciones y no dejó pasar el tren. Logró en Wembley su tercer título aumentando así su leyenda y lo hizo derrotando a la República Checa con un 'gol de oro'. Un suplente, Oliver Bierhoff, cumplió su papel de revulsivo y logró empatar un partido que se le había puesto a Alemania muy cuesta arriba. En la prórroga, el delantero volvió a marcar y ahí se acabó todo. Los alemanes, campeones. En la imagen Oliver Bierhoff marca el 1-1.
Volvió el rey de Europa. Alemania jugó ante la República Checa su quinta final de la Eurocopa en ocho participaciones y no dejó pasar el tren. Logró en Wembley su tercer título aumentando así su leyenda y lo hizo derrotando a la República Checa con un 'gol de oro'. Un suplente, Oliver Bierhoff, cumplió su papel de revulsivo y logró empatar un partido que se le había puesto a Alemania muy cuesta arriba. En la prórroga, el delantero volvió a marcar y ahí se acabó todo. Los alemanes, campeones. En la imagen, Stefan Kuntz celebra el 2-1 definitivo de Oliver Bierhoff's.
Volvió el rey de Europa. Alemania jugó ante la República Checa su quinta final de la Eurocopa en ocho participaciones y no dejó pasar el tren. Logró en Wembley su tercer título aumentando así su leyenda y lo hizo derrotando a la República Checa con un 'gol de oro'. Un suplente, Oliver Bierhoff, cumplió su papel de revulsivo y logró empatar un partido que se le había puesto a Alemania muy cuesta arriba. En la prórroga, el delantero volvió a marcar y ahí se acabó todo. Los alemanes, campeones.
Volvió el rey de Europa. Alemania jugó ante la República Checa su quinta final de la Eurocopa en ocho participaciones y no dejó pasar el tren. Logró en Wembley su tercer título aumentando así su leyenda y lo hizo derrotando a la República Checa con un 'gol de oro'. Un suplente, Oliver Bierhoff, cumplió su papel de revulsivo y logró empatar un partido que se le había puesto a Alemania muy cuesta arriba. En la prórroga, el delantero volvió a marcar y ahí se acabó todo. Los alemanes, campeones. En la imagen, Isabel II saluda a los campeones.
Volvió el rey de Europa. Alemania jugó ante la República Checa su quinta final de la Eurocopa en ocho participaciones y no dejó pasar el tren. Logró en Wembley su tercer título aumentando así su leyenda y lo hizo derrotando a la República Checa con un 'gol de oro'. Un suplente, Oliver Bierhoff, cumplió su papel de revulsivo y logró empatar un partido que se le había puesto a Alemania muy cuesta arriba. En la prórroga, el delantero volvió a marcar y ahí se acabó todo. Los alemanes, campeones. En la imagen, Jurgen Klinsmann levanta la Copa.
Volvió el rey de Europa. Alemania jugó ante la República Checa su quinta final de la Eurocopa en ocho participaciones y no dejó pasar el tren. Logró en Wembley su tercer título aumentando así su leyenda y lo hizo derrotando a la República Checa con un 'gol de oro'. Un suplente, Oliver Bierhoff, cumplió su papel de revulsivo y logró empatar un partido que se le había puesto a Alemania muy cuesta arriba. En la prórroga, el delantero volvió a marcar y ahí se acabó todo. Los alemanes, campeones.
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Eurocopa Inglaterra 1996

La decisión de que Inglaterra organizara la Eurocopa de 1996 fue tomada por la UEFA el 5 de mayo de 1992. Esto fue interpretado como la pauta para la plena integración del fútbol inglés en las competiciones europeas después de que la UEFA le exiliara durante cinco años tras la tragedia de la final de la Copa de Europa entre Liverpool y Juventus en Heysel (1985).

Eurocopa Inglaterra 1996

La mascota volvió a ser un león, como en el Mundial de 1966, y se le bautizó como Goaliath. Al nombre del personaje bíblico se le cambió la primera sílaba por 'goal' (gol en inglés).

Eurocopa Inglaterra 1996

El Adidas Questra Europa fue el balón oficial. Las cinco capas de materiales de las que estaba compuesto le daban mayor resistencia y permitían un mejor control.

Eurocopa Inglaterra 1996

La de Inglaterra, no sólo fue la Eurocopa de la instauración del gol de oro o del incremento de participantes, sino también fue la primera Eurocopa en la que cada victoria se contabilizaba con tres puntos y la primera en la que cada selccionardor podía convocar a 21 jugadores para cada partido. Además, se comenzaron a introducir adelantos tecnológicos que facilitaban el diálogo entre los árbitros y sus asistentes. Cuando el linier quería avisar al árbitro, pulsaba el botón de su banderín. El impulso electrónico (en la imagen) iba al brazo del colegiado.

Eurocopa Inglaterra 1996

La de Inglaterra, no sólo fue la Eurocopa de la instauración del gol de oro o del incremento de participantes, sino también fue la primera Eurocopa en la que cada victoria se contabilizaba con tres puntos y la primera en la que cada selccionardor podía convocar a 21 jugadores para cada partido. Además, se comenzaron a introducir adelantos tecnológicos que facilitaban el diálogo entre los árbitros y sus asistentes. Cuando el linier quería avisar al árbitro, pulsaba el botón de su banderín. El impulso electrónico iba al brazo del colegiado (en la imagen).

España fue la primera selección en clasificarse

España fue la primera selección en lograr su pase para la Eurocopa después de realizar una inmaculada fase de clasificación en la que no conoció la derrota. Aunque si bien es cierto que el juego desplegado no encandiló a la afición, este camino triunfal rearmó de moral a los españoles, 'tocados' tras la eliminación del Mundial de Estados Unidos y la no clasificación para la Eurocopa de 1992, y situó a la Selección en el grupo de favoritos para conquistar el título europeo.

Grupo A: Holanda - Inglaterra

Fue la noche de Inglaterra y de la pareja Shearer-Sheringham. Esta sociedad tuvo ante Holanda su momento estelar. Ambos marcaron dos goles y condujeron a su selección a lograr una rotunda victoria en su mejor encuentro del torneo. Wembley terminó en pie cantando para celebrar una victoria memorable. En la imagen, Stuart Pearce intenta parar a Jordi Cruyff.

Foto:Lutz BongartsGetty Images

Grupo A: Inglaterra - Escocia

Inglaterra y Escocia ofrecieron poco fútbol, salvo cuando aparecieron las estrellas. Shearer adelantó a los pross con un testarazo, aunque lo mejor quedó para el final. Seaman detuvo un penalti a McAlliester, 59 segundos antes de que Gascoigne marcara el segundo. En la imagen el 2-0 de Gascoigne.

Foto:Stu ForsterGetty Images

Grupo A: Inglaterra - Escocia

Gascoigne recogió en el área escocesa un pase de Anderton, superó a Hendry con un sombrero y marcó de volea uno de los mejores goles del torneo. La celebración fue acorde a su fama: Gazza se tumbó y sus compañeros le rociaron la boca de agua simulando un chorro de alcohol: era la llamada "Silla del Dentista". Inglaterra y Holanda pasaron a los cuartos de final.

Foto:Stu ForsterGetty Images

España llegó a Londres de la mano del sufrimiento

La Selección española no jugó bien esta primera fase y sufrió para conseguir su billete a cuartos. Tras empatar sus dos primeros partidos en los minutos finales, los de Clemente no dependían de sí mismos para clasificarse: tenían que ganar a Rumanía y que Francia y Bulgaria no empataran a dos o más goles. Las dos condiciones se cumplieron. España logró su primer triunfo del torneo, de nuevo de manera agónica, y los franceses doblegaron a los búlgaros. Galos y españoles se clasificaron. En la imagen Hierro y Penev durante el encuentro del Grupo B ante Bulgaria.

Foto:Ben RadfordGetty Images

Grupo B: Francia - España

Intenso encuentro entre franceses y españoles. Ninguno de los dos cedía un metro y las ocasiones eran contadas. Tras el descanso, Djorkaeff adelantó a Francia. Los españoles ya estaban con las maletas hechas cuando Caminero batió a Lama. España se mantenía con vida, aunque su destino estaba en manos del Francia-Bulgaria. En la imagen Bixente Lizarazu y Juan Manuel López.

Foto:Simon BrutyGetty Images

Grupo B: España - Rumanía

España se metió en cuartos tras otro partido agónico. A falta de seis munutos para el final, la Selección empataba con Rumanía y la voluntad y el ansia podía al cerebro. Pero Amor, en esos últimos minutos en los que España parecía haber encontrado la inspiración, logró el gol de la victoria y la clasificación. En la imagen Guillermo Amor celebra el 2-1 definitivo.

Foto:Mark ThompsonGetty Images

Grupo B: España - Rumanía

España se metió en cuartos tras otro partido agónico. A falta de seis munutos para el final, la Selección empataba con Rumanía y la voluntad y el ansia podía al cerebro. Pero Amor, en esos últimos minutos en los que España parecía haber encontrado la inspiración, logró el gol de la victoria y la clasificación. En la imagen, los jugadores del banquillo celebran el gol de Amor.

Foto:Alexander HassensteinBongarts/Getty Images

Grupo B: Francia - Bulgaria

Francia auxilió a España. Durante 20 minutos, los que transcurrieron entre el gol de Stoichkov, primero de Bulgaria, y el de Loko, tercero de Francia, planeó el 2-2. Sin embargo, los galos cerraron cualquier debate y ganaron un encuentro que estuvo cargado de tensión. De hecho, Desailly llegó a acusar al propio Stoichkov de haber mostrado una acitud racista durante el choque.

Foto:Mike HewittGetty Images

Grupo C: Köpke y Smicer dejaron a Italia fuera del torneo

Alemanes y checos se clasificaron en una última jornada dramática y en donde las cuatro selecciones tenían opciones de pasar. Italia debía vencer a los germanos para meterse en cuartos, pero sus esperanzas se estrellaron con un muro llamado Köpke. El empate de la "azzurra" habría sido óptimo si Rusia hubiera logrado la victoria ante la República Checa. Y así ocurría, pero Smicer empató en el minuto 88, clasificó a los checos y mandó a la selección italiana de vuelta a casa. En la imagen, Zola rodeado de defensas alemanes.

Foto:Clive BrunskillGetty Images

Grupo C: Alemania - Italia

Cuando más falta hacía, a Zola se le encogió la pierna. Italia necesitaba ganar y el árbitro señaló penalti. El pequeño delantero cogió el balón, avisó con la mirada, lanzó flojo y Köpke detuvo (en la imagen). Fue la gran ocasión de Italia. Antes tuvo algunas más pero el meta alemán estuvo soberbio. El empate mandó a casa a Italia.

Foto:Lutz BongartsGetty Images

Grupo C: Rusia - República Checa

La República Checa salió ante Rusia con convicción y en 18 minutos ya ganaba 0-2. Sin embargo, los rusos protagonizaron una espectacular remontada que eliminaba a su rival. A falta de dos minutos para el final surgió Smicer, marcó el empate a tres y clasificó a los checos. En la imagen Karel Poborsky con Igor Yanovski.

Foto:Simon BrutyGetty Images

Grupo D: Portugal y Croacia, sucesores de Dinamarca

Dinamarca cayó eliminada después de evidenciar una falta de recambios para los veteranos que lograron la hazaña en 1992. Con la vigente campeona fuera, otras selecciones modestas parecieron decididas a coger su testigo. Ese fue el caso de Portugal y Croacia. Los lusos se clasificaron después de desplegar el mejor fútbol del torneo, mientras que los croatas basaron su pase en la calidad individual de sus jugadores. Ambas presentaron sus credenciales para suceder a los daneses en el palmarés. En la imagen, tiro al palo del danés Brian Laudrup ante Croacia.

Foto:Ross KinnairdGetty Images

Grupo D: Croacia - Dinamarca

Davor Suker apareció en la Eurocopa para desgracia danesa y cambió la cara de un torneo en el que la fortaleza parecía haberse impuesto a la genialidad. Croacia vivió todo el partido a costa de la chistera del flamante nuevo jugador del Real Madrid: marcó el primer gol de penalti, dio el segundo a Boban y fabricó una obra magistral para anotar el tercero. La explosión de Suker descosió a Dinamarca que acabó mostrando todas sus carencias. La croata se convertía por derecho propio en la primera selección en alcanzar los cuartos. En la imagen, Zvonimir Boban y Davor Suker celebran la victoria (3-0) ante Dinamarca.

Foto:Shaun BotterillGetty Images

Grupo D: Portugal - Turquía

Un gran disparo con la pierna zurda de Fernando Couto (en la imagen) hizo añicos el sueño de Turquía que, a partir de este gol dejó su carácter combativo por el acomplejado. Esta segunda derrota apeó a los turcos de los cuartos.

Foto:Ross KinnairdGetty Images

Grupo D: Portugal - Croacia

El último partido era un trámite para Croacia. Tanto es así que lo despreció. Blazevic dio descanso a ocho de sus titulares y regaló el encuentro a una Portugal que terminó arrollando en el campo y como líder del grupo. En la imagen, Paulo Sousa ante Goran Vlaovic.

Foto:Henri SzwarcGetty Images

Cuartos de final: Los penaltis eliminaron a la mejor versión de España

España jugó su mejor partido en Wembley, ante los anfitriones. Con un Sergi antológico, la Selección dominó a una entregada Inglaterra en todos los aspectos del juego. En todos, menos en el marcador. El empate final condenó a los españoles a la lotería de los penaltis en donde Hierro lanzó al larguero (en la imagen) y Seaman detuvo el tiro de Nadal; España cayó de nuevo en cuartos. Francia, también gracias a los penaltis, Alemania y la República Checa se convirtieron en los otros semifinales.

Cuartos de final: Inglaterra - España (0-0)

España jugó su mejor partido en Wembley, ante los anfitriones. Con un Sergi antológico, la Selección dominó a una entregada Inglaterra en todos los aspectos del juego. En todos, menos en el marcador. El empate final condenó a los españoles a la lotería de los penaltis en donde Hierro lanzó al larguero y Seaman detuvo el tiro de Nadal (en la imagen); España cayó de nuevo en cuartos.

Foto:Clive BrunskillGetty Images

Cuartos de final: Holanda - Francia (0-0)

Los penaltis también fueron jueces en este partido falto de brillantez y en donde las defensas anularon a los ataques. Holanda fue superior a una Francia que sólo apretó en la prórroga pero no supo concretar a su mando y quedó eliminada tras errar Clarence Seedorf la cuarta pena máxima. En la imagen, Youri Djorkaeff ante Winston Bogarde.

Foto:Simon BrutyGetty Images

Cuartos de final: Alemania - Croacia (2-1)

Los de Vogts se adelantaron en el 21' gracias a un penalti; en el 33', el árbitro no vió una obstrucción de Helmer a Suker dentro del área; en el 55', expulsó rigurosamente a Stimac; y en el 59' ignoró una falta de Freund a Jerkan de la que salió el segundo gol teutón. En la imagen Matthias Sammer marca el definitivo 2-1 para Alemania.

Foto:Getty Images

Cuartos de final: República Checa - Portugal (1-0)

A Portugal le sobró toque y le faltó contundencia, lo que terminó pasándoles factura porque, enfrente, la República Checa contaba con Poborski. En el 52', el checotiró de genialidad: recibió un balón de espaldas, se lo llevó entre Oceano y Couto y, sin levantar la vista, picó la pelota por encima de Baía. Un gol de bandera que clasificó a los checos y le abrió las puertas para fichar por el Manchester United. En la imagen, Korel Poborsky y Joao Pinto.

Foto:Clive BrunskillGetty Images

Semifinales: Inglaterra - Alemania (1-1)

La Eurocopa quedó marcada definitivamente por la subyugación del fútbol a la dictadura de los penaltis y las semifinales fueron la muestra más evidente. El lanzamiento indiscriminado desde los once metros hizo de los porteros los verdaderos héroes. Köpke (en la imagen) volvió a ser decisivo deteniendo el lanzamiento del inglés Sothgate y dejó a los anfitriones sin fiesta nacional.

Foto:BongartsBongarts/Getty Images

Semifinales: Francia - República Checa (0-0)

Los galos se despidieron de la Euro tras probar la medicina que ellos mismos dieron a Holanda. Domaron el partido y gozaron de dos ocasiones claras para rematar a los checos, una de Djorkaeff, que remató al larguero, y otra de Blanc, a dos minutos del final de la prórroga. Sin embargo, no era el día del ataque de Francia y se llegó a los penaltis. La emoción se mantuvo hasta el duodécmio lanzamiento. Kadlec marcó y guillotinó a los bleus porque el undécimo, lanzado por Pedros, fue desviado por la pierna de Kouba. En la imagen, los jugadores checos celebran el pase a la final.

Foto:Mark ThompsonGetty Images

Final: Alemania - República Checa (2-1)

Volvió el rey de Europa. Alemania jugó ante la República Checa su quinta final de la Eurocopa en ocho participaciones y no dejó pasar el tren. Logró en Wembley su tercer título aumentando así su leyenda y lo hizo derrotando a la República Checa con un 'gol de oro'. Un suplente, Oliver Bierhoff, cumplió su papel de revulsivo y logró empatar un partido que se le había puesto a Alemania muy cuesta arriba. En la prórroga, el delantero volvió a marcar y ahí se acabó todo. Los alemanes, campeones. En la imagen Oliver Bierhoff marca el 1-1.

Foto:Getty ImagesGetty Images

Final: Alemania - República Checa (2-1)

Volvió el rey de Europa. Alemania jugó ante la República Checa su quinta final de la Eurocopa en ocho participaciones y no dejó pasar el tren. Logró en Wembley su tercer título aumentando así su leyenda y lo hizo derrotando a la República Checa con un 'gol de oro'. Un suplente, Oliver Bierhoff, cumplió su papel de revulsivo y logró empatar un partido que se le había puesto a Alemania muy cuesta arriba. En la prórroga, el delantero volvió a marcar y ahí se acabó todo. Los alemanes, campeones. En la imagen, Stefan Kuntz celebra el 2-1 definitivo de Oliver Bierhoff's.

Foto:Shaun BotterillGetty Images

Final: Alemania - República Checa (2-1)

Volvió el rey de Europa. Alemania jugó ante la República Checa su quinta final de la Eurocopa en ocho participaciones y no dejó pasar el tren. Logró en Wembley su tercer título aumentando así su leyenda y lo hizo derrotando a la República Checa con un 'gol de oro'. Un suplente, Oliver Bierhoff, cumplió su papel de revulsivo y logró empatar un partido que se le había puesto a Alemania muy cuesta arriba. En la prórroga, el delantero volvió a marcar y ahí se acabó todo. Los alemanes, campeones.

Foto:Alexander HassensteinGetty Images

Final: Alemania - República Checa (2-1)

Volvió el rey de Europa. Alemania jugó ante la República Checa su quinta final de la Eurocopa en ocho participaciones y no dejó pasar el tren. Logró en Wembley su tercer título aumentando así su leyenda y lo hizo derrotando a la República Checa con un 'gol de oro'. Un suplente, Oliver Bierhoff, cumplió su papel de revulsivo y logró empatar un partido que se le había puesto a Alemania muy cuesta arriba. En la prórroga, el delantero volvió a marcar y ahí se acabó todo. Los alemanes, campeones. En la imagen, Isabel II saluda a los campeones.

Foto:Getty ImagesGetty Images

Final: Alemania - República Checa (2-1)

Volvió el rey de Europa. Alemania jugó ante la República Checa su quinta final de la Eurocopa en ocho participaciones y no dejó pasar el tren. Logró en Wembley su tercer título aumentando así su leyenda y lo hizo derrotando a la República Checa con un 'gol de oro'. Un suplente, Oliver Bierhoff, cumplió su papel de revulsivo y logró empatar un partido que se le había puesto a Alemania muy cuesta arriba. En la prórroga, el delantero volvió a marcar y ahí se acabó todo. Los alemanes, campeones. En la imagen, Jurgen Klinsmann levanta la Copa.

Foto:Shaun BotterillGetty Images

Final: Alemania - República Checa (2-1)

Volvió el rey de Europa. Alemania jugó ante la República Checa su quinta final de la Eurocopa en ocho participaciones y no dejó pasar el tren. Logró en Wembley su tercer título aumentando así su leyenda y lo hizo derrotando a la República Checa con un 'gol de oro'. Un suplente, Oliver Bierhoff, cumplió su papel de revulsivo y logró empatar un partido que se le había puesto a Alemania muy cuesta arriba. En la prórroga, el delantero volvió a marcar y ahí se acabó todo. Los alemanes, campeones.

Foto:Clive MasonGetty Images