Iago Aspas pone al Celta quinto y condena más al Granada
El delantero firmó un doblete que sitúa al equipo vigués a 4 puntos del Villarreal, a falta de tres jornadas. Los de Jose González siguen uno por encima del descenso.
Este Celta no se conforma. Se bajó del autobús con el billete para Europa en la maleta, pero esa gesta no es suficiente para un equipo que siempre está dispuesto a desafiar la tiranía de los más poderosos. Iago Aspas es el mayor exponente de esa fe inquebrantable. Él pidió el balón para lanzar el absurdo penalti que cometió Biraghi sobre Guidetti y él apareció cuando el Granada apretaba el acelerador tras empatar. Ahora el Celta ya es quinto, afronta la final de San Mamés por delante del Athletic y sueña con la Champions, que tiene a cuatro puntos.
Por su parte, el Granada está condenado a sufrir. Salió demasiado conservador, reaccionó con poderío, pero no supo detener el ciclón Aspas para salvar ese punto de oro. Incluso tuvo opciones de llevarse los tres puntos. Le faltó creérselo.
El duelo empezó con el Celta aplicando su ley, monopolizando el balón y estresando a la defensa de rival. Guidetti tuvo la primera opción a los siete minutos, pero el pie de Andrés impidió su gol. Contestó a la contra Cuenca con un centro que se paseó por la línea de gol buscando un rematador que nunca apareció.
El primer gol de Aspas rebajó el ímpetu olívico y el Granada tuvo su mejor opción al filo del descanso en una jugada a balón parado, cuando un cabezazo de Lombán se estrelló en el larguero.
En la segunda parte, la entrada de Rico dio vida a los nazaríes. De hecho, un remate suyo propició el empate de El Arabi, que desvió en última instancia. Sin embargo, Iago Aspas apareció al final para prolongar la pesadilla granadina.