Un Mirandés irreconocible en Anduva pincha ante el Numancia
Regalón y David Concha anotaron los goles del equipo visitante en el primer tiempo. El Mirandés no aprovechó la expulsión de Valcarce en el 50'.
El Mirandés dejó escapar una oportunidad de oro para engancharse a la parte alta de la tabla clasificatoria al ceder ante el Numancia en un partido en el que los de Terrazas estuvieron desaparecidos y los de Arrasate demostraron tener las ideas claras.
Si nadie supiera qué se jugaba cada equipo, cualquiera hubiera dicho que el Numancia tenía mucho más que ganar a tenor de lo visto sobre el césped de Anduva en los primeros compases del partido.
David Concha ya avisó de las intenciones de los de Jagoba Arrasate a los cuatro minutos de partido con un disparo que se marchó a la izquierda de la meta de Raúl Fernández.
El propio Concha se ofrecía una y otra vez para llevar el peligro de los sorianos por la parte izquierda.
El Mirandés aparecía desdibujado totalmente, sin presencia en ataque y sin ser capaces los de Terrazas de tener la posesión del balón.
Al cuarto de hora de partido, una falta lateral botada por Valcarce terminó con un remate de Regalón que se marchó por encima de la meta defendida por Munir.
Y esa ocasión del Numancia fue la antesala del 0-1. Córner que votan los sorianos, la zaga rojilla no es capaz de despejar la pelota a tiempo y el propio capitán del equipo Regalón, remata dentro del área para que la pelota toque en un defensor y se aloje en el fondo de las mallas.
El gol dejó frío Anduva, que solo levantó la voz un minuto más tarde para reclamar un posible penalti sobre Provencio.
Álex García pudo poner la igualada en el electrónico pero se encontró con una gran intervención de Munir para evitarlo.
Nacho, canterano del Numancia, era la otra punta de lanza que le hacía daño y mucho a los de Terrazas.
Una combinación suya con Antonio Martínez a la media hora de juego terminó con un disparo del primero que no encontró portería por poco.
Pero tan solo dos minutos más tarde, los de Arrasate anotaban el segundo. Nacho de nuevo, con espacios por la parte derecha, le hizo un roto a la defensa mirandesa para ver a Concha libre de marcha y ponerle en bandeja el 0-2.
El Mirandés estaba noqueado y el roto pudo ser mayor si la combinación entre Valcarce y Concha que terminó con un centro de éste al que no llegó Pedraza por milímetros.
Con ese 0-2 y una sensación de desgana se llegó al descanso en Anduva.
Tras el paso por vestuarios los rojillos no tenían más remedio que apretar y así lo demostraron durante los primeros instantes del segundo período.
La expulsión clara y justa por doble amarilla sobre Valcarce parecía allanar el camino para los rojillos.
Aridane tuvo en su cabeza recortar distancias en el minuto 54 de partido, pero incomprensiblemente su cabezazo quedó muy centrado para que Munir solo tuviera que atraparlo con tranquilidad.
Segundos más tarde, Álex García probó fortuna desde lejos pero de nuevo el cancerbero del conjunto soriano despejó a córner.
En el saque de esquina posterior, Kijera lo botó con intención para que Néstor peinara el cuero al segundo palo sin que nadie llegara a empalmar la pelota.
El tiempo pasaba y al Numancia solo le interesaba bajar el ritmo del partido y como se suele decir, que se jugara a poco o a nada. Y lo conseguía con el paso de los minutos.
Los cambios y la poca lucidez en ataque del Mirandés jugaban a favor de los sorianos.
La inoperancia de Aridane en ataque errando remates de cabeza una y otra vez era la viva imagen del Mirandés, que querer quería, pero poder, no podía.
De ahí al final, poco que destacar. Los locales siguieron con su inercia benévola sobre el césped y los de Arrasate saborearon los tres puntos como se merecían.
Una victoria que certifica la tranquilidad para el Numancia y aleja a los rojillos de sus aspiraciones de alcanzar el playoff.