Adrián adelantó al Eibar, pero Cartabia rascó un punto valioso
El Eibar (42 puntos) tuvo el partido en sus manos tras marcar al inicio, pero el Deportivo (39) igualó en la segunda mitad y logró un resultado que puede salvarle.
Eibar y Deportivo firmaron tablas en un partido bastante igualado, con partes bien distintas. De esta forma, los armeros certifican su permanencia matemática, mientras que el equipo coruñés da otro paso más hacia ella, aunque deberá seguir luchando durante estas últimas tres jornadas restantes.
El partido arrancó con claro dominio local y aprovechando esa superioridad lograron adelantarse en los primeros compases. Apenas habían trascurrido 8 minutos cuando Adrián cazó un rechace de córner para rematar a portería. La pelota tocó en Oriol Riera despistando completamente al guardameta Manu Fernández.
Tras el tanto, estaban cómodos atrás, dominaban la parcela ancha y generaban ocasiones claras para aumentar su renta. Asimismo, al conjunto blanquiazul le costaba crear acciones peligrosas que inquietasen los dominios defendidos por Riesgo.
Sin embargo, según avanzaba el choque los visitantes fueron ganando metros ligeramente. Forzaron una sucesión de córners que sembraron pánico en Ipurua. No lograron materializarlos y así se llegó al descanso.
La segunda mitad comenzó algo menos intensa, pero las ganas y una mayor necesidad del Deportivo por puntuar les llevaron a conseguir un merecido empate. Fede Cartabia perforó con su disparo raso cruzado las redes azulgranas. Antes, dispuso de otra manifiesta oportunidad parta hacerlo, igual que Hajrovic en dos balones parados.
Finalmente ambos quedaron satisfechos con este resultado. A pesar de que el Eibar podría haber sumado una victoria si llega a estar más acertado cara a gol, redujo una marcha durante las postrimerías del encuentro. Probablemente, porque no tenía demasiadas cosas en juego.
Al Deportivo quizás le sepa mejor el punto, si bien tampoco se garantiza la tranquilidad definitiva. Tiene un calendario muy difícil por delante y los perseguidores continúan apretando fuerte. Se avecina un final liguero de infarto.