Sporting, el dueño de la épica

Esto del Sporting, de Gijón, y de Asturias, no sorprende. Se han visto en hazañas mayores. Así que cuando ya no había nada más que el empate en el partido contra el Sevilla, Isma López metió la pierna izquierda bajo la lluvia de El Molinón en el 91’ y le dio una victoria agónica. Su entrenador había anunciado bandera blanca si no ganaban al Sevilla. Abelardo es el dueño de la épica. Juega el Sporting con el alma y nadie sabe dónde llegará pero eso le alcanzó para remontar y salir provisionalmente del descenso en un partido en el que el Sevilla, una vez más, se abandonó a su condición de visitante fácil. Qué extraño ver al Sevilla así, tan dócil lejos del Sánchez Pizjuán, aceptando una y otra vez su condición de perdedor y admitiendo su séptimo puesto como mal menor y la peor puntuación que se le recuerda en años a Emery en la Liga.

 La heroicidad del Sporting coincidió con la falta de espíritu del Sevilla, que se puso 0-1 rapidísimo en una jugada que evidenció la mejoría física de Llorente y consagró una vez más a Iborra como llegador. Emery hace equilibrismo estos días. Le da mucho valor a la Liga y su discurso es sincero, lo vive así. Pero humanamente no puede dejar de mirar de reojo a la Europa League y la final de Copa. Una de sus apuestas más arriesgadas ha sido Rami. Cargado de minutos, el central se fue lesionado. Una baja dolorosísima que el Sevilla sintió en el partido y, quién sabe, si más adelante. El caso es que, después del gol de Iborra, el Sporting mandó a los pocos guajes que le quedaban a la carga.. Y después de muchas escaramuzas, admirables y algunas censurables como el teatro de Pichu Cuéllar ante Iborra (estaría bien que desde LaLiga, tan atenta ahora a los detalles, alguien observase estos episodios), el Sporting decidió que se iría con respiración bajo ese orbayu que sólo anuncia algo bueno para Asturias.