A Viguera le sonó el teléfono con la mudanza a Vitoria hecha
Se iba al Alavés, lo frenó Sola por el Boro y hoy será el ‘9’ por Aduriz. Valverde paró su salida por si había lesiones: hoy es su último tren para asentarse y triunfar en el Athletic.
Borja Viguera (Logroño, 29 años) se ha pasado dos temporadas pensando para qué le había fichado el Athletic. En realidad, fue por si acaso. Porque el ex de la Real había marcado 25 goles en el Alavés, se había convertido en Pichichi de la Liga Adelante y Kike Sola no funcionaba como alternativa a Aduriz. Un millón al club de Mendizorroza y tres años de contrato en Bilbao. Todo un reto.
Cierto es que Aduriz no ha dejado ni las migajas a sus sustitutos, pero Viguera, cómodo como ariete en libertad de movimientos y con el balón al pie, tuvo que emigrar a la banda, donde no tiene explosividad. Tampoco ha funcionado como mediapunta. En resumen, un gol en Liga el año pasado (gran definición ante el Espanyol) y dos al Alcoyano en Copa. Nada más.
Para colmo, le crecieron los enanos, Williams y Sabin Merino. Así que dijo basta y pidió salir este invierno. Le quería el Sporting, pero la LFP frenó su fichaje. Y de repente, llegó a un acuerdo con el Alavés para reforzarle en pos del ascenso.
Txingurri y el Athletic dieron el visto bueno y los Viguera, con su mujer a punto de dar a luz a su hija Valeria, hicieron la mudanza de su casa en Bilbao. Con las cajas ya precintadas, sonó el teléfono, era su agente: “Borja, te quedas, Sola se marcha al Boro con Karanka”. Valverde no le dio cuerda pero se guardaba este as en la manga por si las lesiones arriba le devastaban. Sucedió. Jugó la eliminatoria con el Sevilla y fue titular en Málaga. Hoy reta a Godín. Es el último tren.