VALENCIA / ENTREVISTA
Diego Alves “Soy el mismo al que criticaban tras la lesión”
Fue protagonista en el Camp Nou, aunque una charla Diego Alves va más allá de un partido. El brasileño explica en AS algunas de los razones del mal año, de Ayestarán y de su futuro. Confiesa que lo pasó mal durante la baja: “Hubo mucha gente alrededor... pero pocas cerca”.
—¿Con qué parada se queda: la que le hizo a Messi, a Neymar, a Rakitic...?
—Con el partido completo, la verdad. No se puede elegir una u otra parada. Y menos cuando sales con la victoria. El resumen de todo un partido es la clave. Puedes hacer paradones... pero si no sirven para ganar, pues nada. Mis paradas sirvieron para que el equipo estuviera vivo hasta el final.
—¿De qué les sirve la victoria contra el Barcelona?
—Nos da ánimo para sumar más puntos. Está claro que no va a cambiar el resultado de la temporada. Pero ganar al Barcelona en el Camp Nou es siempre un orgullo.
—¿Liberación o revancha?
—Simplemente superación. Jugar contra el Barcelona es complicado. El partido de Copa no era una referencia porque fue algo aislado.
—Pero al menos les ha servido para reivindicarse.
—Siempre que juegas contra el Barça o Madrid, si te sale bien, estas más en las portadas. Pero para mí no cambia. Soy el mismo al que muchos criticaban cuando volví de la lesión. Mucha gente no sabe lo que he pasado ni me ha preguntado. Pero sé que el fútbol es el momento y todo se olvida. Por ello ni me influyen las críticas ni los elogios.
—Usted habló en caliente tras la victoria e hizo autocrítica: “Esto no maquilla una mala temporada”.
—El partido contra el Barcelona te deja contento, claro. Pero no maquilla para nada la temporada. No es la que queríamos hacer. Es una temporada en la que el club tiene que aprender de los errores y sacar las cosas positivas. Todos sabemos que debemos mejorar mucho para que el año que viene el Valencia vuelva.
—¿Por qué la temporada?
—Son muchos factores. Vosotros sabéis lo difícil que es el día a día en el Valencia. Y más en un momento de cambio en el club. Han pasado mucha gente por el club, mucha mentalidad diferente y a lo mejor eso hace que las cosas en el campo no salgan bien. Es evidente que la inestabilidad del club nos hace daño dentro del campo. Ojo, con esto ni quito culpa a los jugadores ni echo la culpa a nadie. Todos somos responsables. Pero para que el Valencia vuelva a estar donde debe, hay que corregir cosas.
—La verdad es que nadie se ha salvado de la crítica pública: jugadores, técnicos y club.
—Mira, llevo tiempo aquí como para saber que en el Valencia las cosas o son muy bien o son muy mal. Y este año ha tocado el muy, muy mal. El fútbol es el momento y lo que se rinde en el campo. Pero cuando lo haces bien la gente se olvida rápido también.
—Pero quizás el “olvidar” no sea la mejor idea y sí el analizar y corregir los errores.
—Estoy de acuerdo. Debe servirnos el año de aprendizaje. Ahora ha venido gente con experiencia, que sabe la cultura y la historia del club, y eso hace nos hará enderezar el rumbo e ir por el camino correcto.
—¿Es pronto para hablar del futuro de Ayestarán?
—Nosotros vivimos el momento. Tanto los jugadores como el entrenador queremos aprovechar esta inercia de ahora. El fútbol es hoy. El míster, lógicamente, va a pelear todo lo posible para ganar confianza y mejorar los números. A partir de ahí es una decisión del club. Ahora está García Pitarch para decidir esas cosas. Yo sí digo que Pako está haciendo un trabajo muy bueno.
—¿Una clave ha sido la comunicación o falta de ella?
—Es un poco complicado de explicar. No solo por la comunicación. Gary (Neville) era una persona muy buena, pero quizás no tenía la experiencia para afrontar determinados acontecimientos del día a día del club. Un entrenador vive de victorias, de momentos, y quizás no era el momento de Gary. Tampoco ahora somos los mejores, que aquí se pasa del cielo al infierno en nada, pero creo que ahora sí hemos encontrado una identidad más cercana a lo que quiere la gente. Pako está con confianza. Pero no es excusa o no es correcto poner solo la mira en los entrenadores. La inestabilidad en el club hace que se note en el campo.
—Pero, del año pasado a éste, los únicos cambios en el campo fueron la marcha de Otamendi y, al principio, usted por la lesión, aunque tanto Jaume como Ryan cumplieron.
—Sí, pero han cambiado otras cosas. Del club salieron gente importante, gente que tenía la confianza de los jugadores y ayudaba en el vestuario. Gente como Amadeo Salvo y Rufete. Eso hizo que hubieran dudas. Ahora está García Pitarch, que es gente de fútbol y que conoce el club. Ahora volvemos a tener estabilidad y eso da tranquilidad al vestuario.
—¿Usted se ve en el Valencia el año que viene?
—(Ríe) Yo tengo contrato, sí, me veo. Sé que hay especulaciones... y si alguien me quiere ver fuera, que sepa que tengo contrato hasta 2019. Pero bueno, lo entiendo, yo tengo 30 años, soy viejo, ya no sirvo, no tengo la rodilla bien...
—Se ha puesto en modo irónico, entiendo.
—Mira, hay comentarios profesionales y otros que simplemente son personales, y los personales no sé que he podido hacer yo para que haya tanta rabia y odio a la hora de sacar conclusiones sobre mí. Pero bueno, yo solo digo que si lo de mi futuro fuera cosa del club, pues a final de año se habla y punto. Pero yo estoy aquí encantado, llevo cinco años y he aprendido mucho. Si el club quiere desprenderse de mí, pues lo hablaremos, no tengo problemas... pero no dejaré que las especulaciones o las críticas para perjudicarme y beneficar a otros me impidan trabajar como siempre.
—Renovó hace dos años, cuando el futuro del club era incierto por la venta.
—Pero de eso nadie se acuerda. Yo renové cuando muchos quisieron marcharse. Quizás haya molestado a gente por volver a jugar. Pero aquí lo que importa es la decisión del club y lo que piensen.
—¿Y cómo está de la rodilla?
—Si no estuviera bien, no habría vuelto a jugar. Está claro que he vuelto en un momento complicado, en el que el equipo necesitaba ganar. La gente no sabe lo que es estar ocho meses parados. Es una rodilla diferente y tengo que adaptarme a ella. Dimos un paso para volver y era consciente que se podían cometer errores.
—¿Le ha cambiado?
—Mentalmente, mucho. Ahora sé lo que es estar en una silla de ruedas, necesitar de gente para hacer cosas...
—¿Algún guiño especial?
—He tenido muchas personas alrededor mío, pero pocas cerca. Sí hay una persona especial, mi amigo Pepe.