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BARCELONA

Emocionado homenaje a Cruyff en los Premios Laureus

Jordi Cruyff, su hijo, rompió a llorar en el discurso de agradecimiento al premio “Espíritu Deportivo” que le concedió la Academia a título póstumo. Gullit y Puyol, también emocionados.

Berlín
Jordi Cruyff
Jordi Cruyff Tom DulatGetty Images for Laureus
AStv

Además del homenaje a Niki Lauda, reconocido por su carrera, el momento más emotivo de la Gala de los Premios Laureus fue la concesión por parte de la Academia del premio póstumo “Espíritu Deportivo” a Johan Cruyff. Su hijo Jordi asistió al Messe Berlín para recoger la distinción. Detrás de él, Carles Puyol. A su izquierda, Ruud Gullit. Jordi se fue emocionando mientras empezaba un discurso en el que, admitía “obviamente no me gustaría estar aquí”. Jordi dio las gracias a los miembros de la Academia, que tenían vínculos de colaboración con la fundación Jordi Cruyff. Al contrario que el día que compareció en Barcelona para dar gracias por las muestras de cariño en todo el mundo a su padre, esta vez Jordi no pudo evitar las lágrimas. Gullit, en una esquina, asintió también emocionado al discurso.

“Trajo al Barcelona un estilo distinto de fútbol”, le recordó Raúl. “Fue un amigo, un hombre increíble, un gran campeón como jugador y como entrenador”, habló Fabio Capello. Alessandro Del Piero fue más allá: “Diría que todavía está con nosotros”.

“No recordaba un adiós tan unánime a un deportista”

Jordi Cruyff habló luego ante los medios de comunicación después de recibir el galardón de “Espíritu Deportivo” a título póstumo de Espíritu. Mandó un discurso agradecido: “Las reacciones han sido impresionantes, llenas de admiración, de amor. Creo que fue una gran inspiración. Momentos como el de hoy nos demuestra lo especial que fue para mucha gente. Muchos deportistas han reconocido que fue una inspiración. Siempre discutía con los grandes para ayudar a los que más le necesitaban".

También quiso recordar Jordi el tributo del Camp Nou y de todos los campos del mundo: “Son momentos muy emotivos, cuando ha sido rápido e inesperado pero sólo puedo decir. Ante las reacciones de todo el mundo entendimos que no podíamos tratarlo como algo nuestro sino que era de todos. No puedo describir con palabras, me viene la emoción pero fue increíble. No recordaba un adiós tan unánime a un deportista. Sus dos casas son el Barcelona y el Ajax y ha sido emocionante. Estaría orgulloso de ver cómo lo ha dejado. Fue un hombre con una opinión muy clara y que así lo formulaba. Lo que siempre respeté de él fue discutir con los fuertes para intentar ayudar a los menos fuertes y eso es una constante como jugador, como entrenador y como persona con su fundación”.

Sobre la posibilidad, apuntada por La Vanguardia, de un posible regreso a casa, Jordi dijo que no se lo plantea: “En mi club se me ha tratado de maravilla, sobre todo y si hay algún cambio sería deportivo y hasta el momento no he pensado volver a casa. No he llegado a ese punto”.