Lotina detalla la pizarra que hizo posible la cuarta Copa
El técnico situó a Fredson y Luis García en la izquierda para aprovechar la espalda de Ponzio. "Queríamos hacerles daño por ese costado", dijo a AS.
La final se empezó a ganar en el trayecto del hotel al estadio”, desliza Miguel Ángel Lotina. Pero el de Meñaka sabe que la cuarta Copa empezó a fraguarse en su cabeza y en la de Tintín Márquez —su ayudante— los días previos. “Habíamos visto que la zona derecha del Zaragoza era la más débil, así que colocamos a Fredson para ganar los balones y a Luis García para buscar la espalda del lateral. Queríamos hacer daño por ese costado”, explicó a AS el técnico. De hecho, las jugadas del 1-0 y del 2-1 parten desde esa posición, un automatismo que los futbolistas habían interiorizado en los entrenamientos previos.
Pero hay otro detalle, menos táctico y más emocional, que convenció a Lotina de que esa final se iría para Barcelona. “Quedaba una hora para empezar el partido y los jugadores del Zaragoza estaban sobre el césped, en traje y relajados. Cuando fui a nuestro vestuario, mis jugadores ya estaban cambiados y dispuestos a salir a calentar. En ese momento, pensé que íbamos a ganar por ese estado emocional. Me convencieron”, argumentó el vasco, que ahora se encuentra en Qatar.
El entrenador dispuso de un 4-3-3 innovador, con tres mediocentros de contención y ese trío maravilla liberado: De la Peña, Tamudo y Luis García. Fue la pizarra del éxito.