Peñaranda es titular...pero en los partidos fuera de casa

Que Peñaranda se quedara sin jugar ante el Málaga y que José González no agotara los tres cambios tiene una explicación: las condiciones del jugador le convencen más para sus planteamientos como visitante. Es la tónica de los últimos encuentros y lo será de los que quedan por delante según la evolución táctica del Granada, mucho más definida y meticulosa desde el relevo en el banquillo.

Además, los números del venezolano respaldan la teoría del entrenador. De los cinco goles que ha logrado, cuatro han sido fuera de casa y también sus actuaciones más destacadas y celebradas. Si tenemos en cuanta los tantos que acumula, Peñaranda ha marcado dos tantos en el campo del Levante, uno en el feudo de Las Palmas y otro en San Mamés, mientras que en casa sólo ha anotado ante el Sevilla. El técnico, que con Success ya acumula en el terreno de juego la dosis de velocidad que estima necesaria, se decanta por otros futbolistas que se asocien y combinen mejor en fase de ataque y puedan generar fútbol a través de la posesión de balón. Peñaranda es más directo y más peligroso con espacio por delante y es fuera de casa donde, según González, puede sacar más rendimiento a sus atributos, como se pudo ver en Riazor.

La llegada del nuevo técnico devolvió a El Arabi los galones de hombre referencia en punta. El marroquí había sido relegado a un rol secundario, incluso al banquillo, en la última etapa con Sandoval al mando, pero ahora su fútbol vuelve a reinar y es titular indiscutible. El otro insustituible es Isaac Success, que ofrece velocidad y capacidad de desborde a borbotones, y que en un día lucido puede desarbolar a cualquier defensor.

También es inamovible en el once Rochina, el hombre de más calidad del ataque, el eje que mejora el rendimiento de las piezas que le rodean. Rochina, ya sea por fuera o por dentro, es fijo en los planteamientos de Jose González. De ahí que la otra plaza de atacantes se la estén disputando ahora Cuenca y Peñaranda, y la rotación de ambos dependerá de las intenciones de cada encuentro y de las condiciones del rival que esté delante.