La horma de su zapato
El Atlético solo ha ganado una vez en Cornellà y se estrella ante un Espanyol que utiliza los valores defensivos de los de Simeone.
Si hay un equipo en las últimas temporadas que le ha puesto las cosas difíciles al Atlético de Madrid, al margen de los grandes del campeonato, ese es el Espanyol. Para los rojiblancos visitar Cornellà-El Prat es como toparse con su igual, una especie de horma de su zapato, por ser el conjunto blanquiazul un representante ideal de esos valores defensivos que promulga el Cholo Simeone cada fin de semana. De hecho, en los tres enfrentamientos en los que se han medido ambos conjuntos con el argentino en el banquillo, el resultado no ha podido estar más igualado. Los atléticos ganaron 0-1 en la campaña 12-13, perdieron también por 1-0 en la 13-14 y el curso pasado, cuando se estaba jugando el campeonato, no pasaron del empate (0-0).
El Espanyol, que ha recuperado sus viejas raíces de juego defensivo y de contragolpe, sabe como anular a los atléticos, regalándoles la posesión, cerrándole los espacios y aprovechando los que deje su rival. Además, hay otro dato que en la plantilla se tiene muy en cuenta: la mejora a balón parado. El Espanyol, empujado por su racha positiva de resultados, se ha convertido en un conjunto peligroso en estas acciones (lleva dos tantos seguidos) y fuerte cuando le toca defenderlas, por lo que otra de las armas del Atlético podría estar controlada.
El técnico rumano estuvo ayer probando con un equipo que, con respecto a Granada, hay un cambio sustancial: la entrada de Burgui por Enzo Roco, con tal de tener más velocidad en ataque y recuperar el 4-1-4-1 que tan buenos resultados le ha dado al equipo. Al margen de defender, Galca sabe que ante el Atlético hay que tener también más argumentos ofensivos, con tal de hacerle daño a su rival.
Números. En Cornellà-El Prat, los rojiblancos solo han sido capaces de meter seis goles en sus siete encuentros, gracias al buen trabajo defensivo perico con Mauricio Pochettino, Javier Aguirre y Sergio González. Los colchoneros han probado su medicina, y apenas han tenido remates.