Peñaranda saca petróleo para el Granada
Un gol del venezolano del Granada vale un punto ante un Athletic que tuvo la sentencia en un penalti fallado por Aduriz en la primera parte con 1-0 a favor.
Peñaranda, el talento que viene, rascó un punto de oro para el Granada en San Mamés. El venezolano definió con clase en la única aproximación visitante en una segunda mitad en la que el Athletic coqueteó con un corto 1-0, que no fue mayor porque Aduriz mandó al poste un penalti al filo del descanso. El botín logrado por el golazo de Lekue no fue suficiente. Los leones se despiden del sueño de la Champions y el equipo de Jose González se aferra a la categoría.
No empezó de la mejor manera el partido para el Athletic con la lesión muscular de Sabin Merino sin cumplirse el primer minuto. Lekue entró en su lugar y se convertiría en feliz protagonista. El choque arrancó con una presión tremenda y el Granada dio un serio aviso con un jugadón de Peñaranda que envió El Arabi a las nubes.
No estaban cómodos los leones con ese fútbol que impedía triangular, pero tienen más recursos. Un balón puesto por Iraizoz en largo fue peinado por Aduriz y Lekue, listo y potente, vio la carrera en diagonal. Se marcó una especie de sombrero en el área y voleó con bote a la red. Su primer gol como león vino en un momento divino.
A partir de ahí, el Athletic acumuló más llegadas y el peligro del Granada desapareció en la primera parte. Susaeta robó un balón, percutió y dio un pase atrás a Aduriz que protestó mano de Babin en su chut. Pareció hombro. Todavía indignado en la protesta, le volvió a caer la pelota y la mandó al larguero.
Lekue tuvo la ocasión de hacer un doblete de seguido, con buen centro de Aduriz y dejada de Raúl García. Su disparo se marchó fuera. El Granada parecía noqueado y se fue con vida al descanso gracias de nuevo a la madera. Aduriz mandó al poste un penalti cometido por Lombán tras recorte del ariete, servido de lujo por Beñat, inmenso. Hubo quien pensó que mejor fallarlo hoy que en los cuartos de final ante el Sevilla. Pero había partido, como demostró El Arabi con un cabezazo postrero fuera.
En la segunda mitad, el Athletic apenas contabilizó un par de opciones de gol. Lekue mandó un pelota fuera y el tanto de Peñaranda llegó en un momento en el que los leones andaban entre ir o no ir a por la sentencia, entre otras cosas porque se les veía justos de físico y la entrada de Mikel Rico no aportó el oxígeno que se esperaba. El gol del venezolano se fabricó en una diagonal desde la derecha que definió con clase entrando al área desde el otro costado. Pudo ganar el Athletic en un disparo de Williams a la madera tras servicio intencionado de Raúl García. Hasta tres veces se toparon los leones con los palos. Ahora esperan que este jarro de agua fría no les haga daño en la moral para afrontar los cuartos de final ante el Sevilla.