Iago Aspas reta al Deportivo

Balaídos se prepara para vivir una gran noche de derbi (sigue el partido en directo con AS.com). Vigo está de fiesta celebrando la reconquista de la villa ante los franceses, habrá himno gallego, que fue un exitazo de ambiente en la ida en Riazor, y tifo antes de que ruede el balón. También ‘alto riesgo’ para un duelo que en las últimas ediciones camina más hacia la hermandad que a pasados enfrentamientos.

Al partido en sí no le faltan alicientes, ni retos. El primero para el Celta se llama Champions. Hasta ahora era una palabra vedada, pero ayer Berizzo soltó lastre. Normal, sólo quedan ocho jornadas y ya no es momento para esconder ambiciones. Para lograrlo toca vencer al eterno rival y encadenar tres victorias seguidas; algo que no ha hecho el Celta esta temporada. Otro reto más.

Los argumentos para conseguirlo se llaman Nolito, Orellana, Sergio, Guidetti y, sobre todo, Aspas. El de Moaña ha apurado su recuperación para no perderse un derbi con el que tiene cuentas pendientes. Nunca lo ha ganado, nunca ha marcado e incluso ha perdido los nervios y fue expulsado. Todo pasado. Iago este año es como el fútbol del Celta. Más seguro, más paciente, más letal.

Enfrente espera un Depor que en la primera vuelta le comió la tostada al Celta logrando lo que pocos han hecho: maniatarlo. Lucas fue su héroe, y a él se agarran también hoy. Quince goles, nueve asistencias, mil desmarques y un dúo letal junto a un Luis Alberto que hoy debuta en un clásico gallego.

Sidnei. Como Aspas, Sidnei tampoco quería perderse este partido. El brasileño, salvo contratiempo de última hora, estará en el once para dar solidez a una defensa que tiene otro reto: dejar a cero su puerta por primera vez en 2016. El premio por ganar es sellar la permanencia y firmar el doblete en los derbis de la temporada. Y es que no lo logra desde hace doce años, con aquel recordado 0-5 en el que Víctor, ahora técnico, firmó un hat-trick.

Vestirán de celeste y blanquiazul tras 16 años

El derbi recuperará esta noche uno de los elementos más importantes de la puesta en escena: Celta y Depor vestirán sus colores tradicionales. Aunque puede parecer raro por lo difícil que resulta confundir celeste y blanquiazul, lo cierto es que ambos equipos llevan 16 años sin vestir sus clásicos colores por decisiones arbitrales, algo que ha generado mucha polémica en Galicia estos años. La última vez fue en Riazor, en el año 2000, en un derbi en el que los coruñeses se impusieron (1-0) gracias a un gran gol de Djalminha tras acomodarse el balón con un taconazo.