El Fuenlabrada remonta al Castilla y le aleja del liderato
Mariano adelantó a los merengues en una buena primera parte del filial. El empate de Tito y un golazo de Matas hundieron a los de Ramis.

El Real Madrid Castilla desaprovechó otra oportunidad de mantener la persecución al Barakaldo después de caer ante el Fuenlabrada en un derbi en el que los de Luis Miguel Ramis involucionaron de más a menos. De hecho, la primera parte fue de casi total dominio visitante gracias al tanto de un buen Mariano. El empate al filo del descanso y un golazo de Matas en la segunda mitad desarboló a un filial que se deshizo frente a la intensidad de los azulones. Ni siquiera al superioridad numérica de los madridistas en los últimos 10 minutos de partido sirvió para arañar el empate. Con este triunfo el Fuenlabrada suma dos victorias consecutivas, vuelve a ganar en casa más de dos meses después y acaricia la salvación virtual.
Comenzó el duelo efervescente, impulsado por el empuje de un Fuenla que en apenas dos minutos, los dos primeros, ofreció más espectáculo que el visto en las últimas jornadas disputadas en el Fernando Torres. En esos 120 segundos Ortíz pudo abrir el marcador con una buena volea desde el corazón del área y Tello reclamó penalti en una falta que el colegiado ubicó fuera del área y por la que Llorente acabó con la camiseta hecha jirones fruto de un agarrón rival.
La electricidad de este arranque tan intenso se contagió como prólogo del dominio inicial que desplegaron los de Ramis. Azuzados por la amenaza contraria, los chavales del filial elevaron la exigencia de sus esfuerzos y empezaron a generar fútbol a paladas. La pelota era solo suya frente a un Fuenlabrada que no supo mantener aquel ritmo inicial y que acabó por evaporarse cuando Mariano aprovechó un rechace para hacer el 0-1 apenas disputados siete minutos de duelo. Los azulones reclamaron fuera de juego en el inicio de la acción, tras remate de Llorente.
El tanto merengue no hizo más que agudizar la brecha entre ambas escuadras. Los nervios en la zaga local alimentaron la voracidad de un Mariano insaciable que pudo castigar más todavía a su contrario. El dominicano transformó cada espacio que le regalaron en una oportunidad de gol, bien propia, bien ajena. Fue así como,en el 15’, tras una galopada en banda izquierda, dejó a Cedrés un pase de la muerte que el extremo izquierdo no supo aprovechar. También pudo sentenciar el propio Mariano en el 29’ después de una mala cesión de Carrasco que el ariete cabeceó con suavidad infantil, impropia de un asesino de áerea como él.
Semejante indulto no pasó inadvertido para un Fuenlabrada que empezó a recomponerse en la medular. Rovirola, Tello y Noguera comenzaron a disputarle la posesión al filial y cedieron el resto del protagonismo a Ortiz, el mejor azulón de la mañana. Su verticalidad y regates mezclados con su anarquía para moverse por todo el campo desarbolaron a un Castilla que se instaló en el conformismo.
Una falta de continuidad que regaló un par de ocasiones peligrosas a los locales. Y en esas, cuando los de Ramis pensaban ya más en el descanso que en el devenir del partido, llegó el empate. Una pared entre Ortiz y Guillén acabó en un buen centro que aprovechó Tito en el punto de penalti para, raso, pegado al palo derecho, empatar la contienda. Álvaro y Héctor no supieron ver la irrupción del extremo como falso delantero centro.
La resurrección azulona tuvo continuidad tras el receso. Avisó primero Ortiz con una falta que él mismo fabricó apenas sobrepasados sesenta segundos de la reanudación. El propio Ortiz casi adelantó a su equipo en el 59’ con un buen derechazo que, cruzado, escupió el palo derecho de la meta de Carlos. El ex del Alcorcón se había transformado oficialmente en la peor pesadilla para los de Ramis. O eso al menos intuyeron los espectadores que abarrotaron el Fernando Torres hasta que Matas hizo acto de presencia sobre el césped.
Noticias relacionadas
El delantero azulón saltó a la cancha en sustitución de un Pachón que, a sus 39 años, dio trabajo a la zaga blanca. Apenas transcurridos cuatro minutos después, el máximo artillero del Fuenlabrada dio la razón a Višnjič con un golazo de esos que se marcan una vez cada temporada. El ariete controló un balón bombeado y apenas la gravedad lo impulsó contra el suelo, enganchó un zapatazo que cruzó el cielo para colarse en la escuadra izquierda de la meta rival. Un remate desde casi 30 metros que ponía en franquicia el triunfo local dos meses después de la última victoria azulona en casa.
Ramis entonces tiró la casa por la ventana y sacó al campo toda su artillería para azuzar la meta de un Isma Gil inédito en la segunda mitad. Ayudó a los merengues la expulsión de Rovirola en el 79’ por doble amarilla. El esfuerzo, sin embargo, fue inútil. Él Fuenla supo gestionar su ventaja pese al ímpetu de un Castilla que dejó pasar otra oportunidad de mantener el ritmo de un Barakaldo lanzado.



