Los Mossos y el Barça abren dos nuevos frentes de polémica
La policía se enteró por la prensa de que se abría una grada de animación y discrepan de la versión del club sobre los niños que se colaron en el entreno.
La relación entre la directiva del Barcelona y los Mossos d'Esquadra, policía autonómica catalana, hace tiempo que no son fluidas. Prueba de ello es que en menos de 48 horas se han producido dos incidentes o "fallos de comunicación", como los denominan en el club, que evidencian la distancia entre ambos estamentos.
Primero fue la creación del Espai d'Animació, o Grada de Animación, de la que los Mossos se enteraron gracias a la rueda de prensa del portavoz de la junta, Josep Vives. Albert Batlle, director General de los Mossos reconocía que "nos enteramos de esta iniciativa por la rueda de prensa. Hace tiempo que venimos hablando con el Barça de estos temas y hubiéramos agrdecido una comunicación previa sobre el tema", afirmó en RAC 1 y en la Cadena SER. Los Mossos ya habían vetado el proyecto original de la Grada de Animació que Sandro Rosell llevaba en su candidatura al vetar a varios elementos de la misma, a los que tenían fichados como elementos conflictivos.
La segunda polémica no tardó ni 24 horas en llegar. Tres niños se colaron en las instalaciones del campo de entrenamiento del Barcelona en la previa al partido contra el Arsenal y los jugadores, lejos de quejarse, se hicieron fotos con ellos, les invitaron a participar en el rondo de calentamiento, los mantearon y les regalaron camisetas firmadas.
A la salida, los niños vieron como los Mossos los identificaban para entregarlos a sus padres y como los servicios de seguridad del club les requisaban los teléfonos y les borraban las imágenes con los jugadores. Según el club manifestó a este diario, esta medida se tomó "a requerimiento de los Mossos, "que consideraban que las consiguieron (los críos) invadiendo un espacio privado".
Los Mossos d'Esquadra se han puesto en contacto con este diario para desmentir el planteamiento del club y rechazando cualquier vinculación con el borrado de las fotos, que atribuyen exclusivamente a los servicios de seguridad del club.
Una prueba más de que las relaciones entre policía y club no pasan por su mejor momento.