La fortuna premia la fe en la victoria del Zaragoza
Sergio Gil propició el gol de Pulido en propia puerta en el minuto 94. El equipo aragonés duerme en quinta posición. El técnico del Albacete ha sido destituido.
Hasta que no pasa el último cura no acaba la procesión. Un gol en propia puerta de Pulido, forjado entre Abraham y Sergio Gil y dentro de un larguísimo descuento, le dio al Real Zaragoza una victoria fundamental en su carrera por el ascenso. No fue el día del equipo de Carreras, atascado siempre y muy precipitado frente a un Albacete que vendió muy cara su suerte, pero el 1-0 hace justicia al arreón final del Zaragoza, que mejoró mucho con la entrada de Pedro, Gil y Abraham, fue todo corazón y jamás dejó de creer en el triunfo.
Sonríe el Zaragoza y llora el Albacete, que estuvo a punto de llevarse un empate gracias a su rigor táctico, su entrega y sus ganas de mantener la categoría. Su entrenador, Luis César Sampedro, llegó a La Romareda seriamente amenazado de destitución y se va con una nueva derrota, y con el despido bajo el bajo el brazo.
El Zaragoza pudo abrir el marcador a los cinco minutos, en un cabezazo bombeado de Guitián que Juan Carlos desvió a córner en ágil estirada, pero el partido le resultó desde el principio incómodo. Una de esas tardes alejadas de toda placidez, donde el rival aprieta de lo lindo y no se encuentran soluciones claras. Así fue durante toda una primera parte en la que al equipo aragonés le faltaron ideas y ocasiones frente a un Albacete, sobrecargado de urgencias, que vino a por todas y creó algún problema con la velocidad de Portu y de Víctor Curto.
El conjunto manchego tapó bien a Erik Morán, puso una vigilancia estrecha sobre Lanzarote e Hinestroza y corrió como nunca para defender su suerte en La Romareda frente a un Zaragoza que echó en falta a los sancionados Culio y a Javi Ros y que apenas pudo meterle mano al equipo de Luis César. Ángel probó fortuna en una volea desde fuera del área, pero la producción ofensiva del Real Zaragoza fue muy escasa en el primer periodo.
El Zaragoza tuvo una salida fulgurante tras el descanso, con una cabalgada de Hinestroza que concluyó con un disparo cruzado junto al poste. Pero, al igual que en la primera mitad, el Albacete no tardó en responder. Y por dos veces. Primero Víctor Curto, activísimo, y después Paredes, al cabecear alto un saque de esquina, metieron el miedo en el cuerpo a Carreras, que no tardó en hacer un doble cambio: entraron Sergio Gil y Pedro y se fueron Diamanka y Lanzarote.
Pero el que siguió haciendo méritos fue el Albacete. Y otra vez por medio de Víctor Curto al aprovechar una defectuosa entrega de Erik Morán. Era el minuto 59 y Manu Herrera salvó con su parada al Zaragoza.
Al equipo aragonés le empezó ya a correr el reloj a toda prisa y todavía precipitó más su juego en un intento que resultó vano por descomponer al Albacete, que buscó más oxígeno y fuerza con otro doble cambio. En el 67’ se marcharon Núñez y Samu e ingresaron Edu Ramos y César Díaz.
El Zaragoza se lanzó decididamente al ataque en el cuarto de hora final, y Ángel y Pedro tuvieron consecutivamente el gol en sus botas. Fueron minutos de asedio continuo, con el Albacete ya totalmente replegado y el Zaragoza, empujado por su afición y liderado por Pedro, percutiendo sin cesar en busca del gol definitivo. Momentos de agobio sin fin para Juan Carlos, muy seguro bajo los palos hasta que en el minuto 94 Pulido metió la rodilla a un cabezazo de Sergio Gil y al Zaragoza se le hizo de día ante el alborozo de su gente.