Los tópicos de los entrenadores
Los técnicos podrían aprovechar las ruedas de prensa para hacer pedagogía y enseñarle a la gente que detrás de un equipo hay mucho trabajo.
Las conferencias de prensa de Constantin Galca —y las de todos los entrenadores en general— son una oportunidad. En ellas se puede hablar de fútbol, acercarle a los aficionados los secretos del equipo, los movimientos, las explicaciones del porqué de las cosas y de las decisiones que se toman antes, durante y después de un partido. En un fútbol donde todos los equipos analizan al rival, donde las tareas de scouting están a la orden del día y desgranan el modelo de juego y los comportamientos en el césped, no hay nada ya que esconder. Los entrenadores podrían aprovechar estos encuentros con la prensa para hacer pedagogía y enseñarle a la gente que detrás de un equipo hay (o debería haber) mucho trabajo, que hay una lógica y una coherencia.
Pero, lamentablemente, si el fútbol se llena de tópicos y de desinformación es por culpa de los entrenadores, que no son capaces de reflexionar y siguen poniendo clichés, utilizando términos vacíos. Las únicas explicaciones que encontramos y el único secreto que hay es la “intensidad” , la “concentración” y la “puntería”, esa especie de pócima mágica que explica las victorias y las derrotas, que llena tertulias y conversaciones de bar. Ayer vimos un claro ejemplo en Sant Adrià. Galca debe saber mucho más de lo que explica, pero su falta de profundidad en la sala de prensa hace un flaco favor a todo el españolismo, que no sabe qué se esconde detrás de los partidos del equipo. Y al final queda un vacío y una sensación de que el técnico no sabe ni lo que hace.