El milagro del Eibar es ahora materia de estudio en el IESE
El Eibar, un equipo de una ciudad de 27.000 habitantes que está saneado, en Primera, sin deuda alguna, que gana dinero ha llamado la atención de tres profesores de IESE.
Seamos claros, la gestión del fútbol dista mucho de ser modélica. En la última temporada el sumatorio de la deuda acumulada por los 42 clubes de la LFP se acercaba a los 3.500 millones de euros y dos tercios de los integrantes de la autodenominada ‘Liga de las Estrellas’ habían pasado en los últimos ejercicios por el concurso de acreedores. Por tanto, no es de extrañar que el Eibar, un equipo de una ciudad de 27.000 habitantes (la 280 de España en cuanto a demografía, lo que trasladado al fútbol supone ser de Tercera División) que está saneado, en Primera, sin deuda alguna, que gana dinero (4,4 millones) y que a pesar de ser una Sociedad Anónima Deportiva sigue manteniendo el espíritu de equipo de fútbol pues no existe un accionista mayoritario, llamara la atención de tres profesores de IESE, una de las escuelas de negocios más prestigiosas del mundo.
José Antonio Segarra, Albert Fernández y Javier Aguirreamalloa vieron en el club armero un caso único en el fútbol. Un modelo de gestión de éxito con el que trabajan con sus alumnos tratando de demostrar que en el mundo del fútbol, las cosas pueden hacerse bien. O como diría Jorge Valdano: “En un tiempo de gigantismo que parece conspirar contra todo lo pequeño, en la industria, en la economía y en el fútbol, a su manera, el Eibar es una delicatesen”.
Esa delicatesen es un equipo pequeño que se ha ganado un sitio en las aulas de las escuelas de negocio por una gestión modélica que ha llevado a cabo Álex Aranzabal, presidente del club y Doctor en Economía y Dirección de Empresa por la Universidad de Deusto. Vamos a los datos.
A pesar de ser una SAD, el Eibar SD es un club en el que no hay un accionista mayoritario. Sus propietarios son más de 10.000 pequeños accionistas que mantienen el espíritu de club tal y como cuando se fundó en el Bar Valle en 1940 bajo el nombre original de Deportivo Gallo. Estos accionistas son fundamentalmente de Euskadi, pero gracias a una exitosa campaña de Crowfounding el 15 % son del resto de España y el 5%, del extranjero. Esa campaña de apoyo fue una respuesta popular a la exigencia de la Liga que obligaba al equipo a ampliar su capital social a pesar de no tener ni una deuda. Como que con la gente de Eibar no se llegaba, lograron la solidaridad del resto del mundo apelando a la antigua historia de David Contra Goliat.
Más. El Eibar, que ha tenido que adaptar su infraestructura de equipo de Segunda B a la Liga BBVA, aplica a su trabajadores la filosofía de ‘N+1’. Actualmente, trabajan en el club 20 personas que saben que en el momento en el que el equipo pierda la categoría únicamente tendrán su contrato asegurado por un año si no consigue volver a ascender de inmediato. No hay motivo para mantener una estructura de élite en un descenso. Algo que saben que sucederá un día u otro, pero que cuando pase, sucederá con un club absolutamente saneado. Lo mismo se les aplica a los futbolistas, cuya cuantía de contrato está directamente relacionada a la categoría en la que jueguen.
Asequible. Por último, el Eibar es el equipo más barato de ver en la Liga. Un abono de tribuna cuesta 177 euros, lo que da un coste de 10 euros por partido. Su presupuesto no se ha disparado por el ascenso. Tienen 32 millones de presupuesto, 28,3 de los cuales los cubre con los derechos de televisión. El resto, sale del match-day, del marketing (Puma venda más camisetas del Eibar que del Espanyol) y este curso fue el primero en el que pagó por un traspaso, pagando al Eintrach 300.000 euros por Takashi Inui después de que el Derby County pagara la cláusula de rescisión de Albentosa. 600.000 euros que arreglaron el presupuesto de la campaña.
El milagro continúa y hoy le plantarán cara al Barcelona. A números, los catalanes no les ganan.