Sánchez Ayuso: "La Peineta es un riesgo innecesario"

—Usted fue otro de los participantes en el primer debate entre todas las partes, algo que se venía esperando desde 2008.
—Desde antes, porque como ya acreditamos en él, fue Jesús Gil quien por primera vez en 1989 ya propuso a Joaquín Leguina, entonces presidente de la Comunidad, trasladar el estadio a Barajas. Ya había conversaciones entonces con el PP, la operación viene de mucho antes.
—Pero Gallardón, dicen, fue el que lo inició dentro de su proyecto olímpico.
—No es así. Hicimos público el asunto y ya entonces creamos una plataforma que se llamaba Salvemos el Calderón, que ha sido el soporte legal para acudir a TSJM y conseguir la sentencia favorable que ha frenado todo.
—¿Qué le dejó el debate?
—Confusión. Antes había unas certidumbres que nosotros poníamos en duda y ahora son palpables. Dijimos que ese estadio habría que pagarlo y ahora se reconoce que así es. La situación contable es un riesgo. Y existe la incertidumbre de cómo se va a financiar. Inbursa aporta la liquidez, pero hay que devolverle el dinero. Ahora se habla de comprar los terrenos, una condición que nosotros veíamos como imprescindible, pero presenta una dificultad técnica desde el punto de vista urbanístico porque, en principio, es un suelo que no se puede enajenar. Y si se accede al Centro Acuático son otros 50 millones de euros más la parcela que son 44. Y los intereses del préstamo… Te vas por encima de 300 millones y subiendo. Los ingresos soportan este castillo de naipes, pero en cuanto no se esté en Champions...
—¿Ustedes ven como mala idea un cambio de estadio?
—No era una buena idea cuando se planteó. El Calderón ya ha acogido a 70.000 espectadores, lo único necesario era una reforma. Incluso tiene posibilidad para llegar hasta los 90.000. No había ninguna necesidad. Se podría ampliar de manera sencilla y económica, pero el interés especulativo hará que el 40% de los espectadores vean el fútbol más lejos.
—El club dice que la distancia más cercana desde la grada al campo será de 5,89 metros y la más lejana de 16,15.
—Eso desde la primera fila. Los espectadores se van a ir 40 metros más atrás. Sin pista de atletismo habrá cinco o seis filas que estarán más cerca, pero el graderío está 40 metros más lejos. Que luego esté más o menos inclinada la grada, habrá matices, pero eso va a ser la distancia. Más luego el hándicap de la salida del estadio que es algo estudiado desde el primer día por el Ayuntamiento. En los informes se desaconseja la presencia de 4.000 vehículos porque no permite la evacuación en menos de una hora. Y la estación de Metro tampoco es la solución si no te va a llevar donde quieres, porque a la gente que viene en tren a Pirámides no le soluciona el Metro.
—¿Ustedes han hablado con el Ayuntamiento?
—Se lo hemos trasladado. Hay una estación muy grande junto a la Peineta, pero demasiado cerca. Hay precedentes que han demostrado el riesgo de avalancha cuando está tan cerca.
—¿Y qué dicen?
—Siguen adelante, porque no se sabe todavía cuál es su papel. Urbanismo se ha encontrado con un marrón. José Manuel Calvo, el concejal, no cree en el proyecto de ciudad que había promovido el gobierno anterior, pero hay que desatascar eso. Se ha encontrado con unos antecedentes jurídicos complejos contrario a su forma de ver la ciudad y se ha encontrado con unas infraestructuras que hay que mantener. En 2007 un técnico de movilidad ya nos contestó que con 20 personas y nueve vehículos en hora de carga se colapsaba la Plaza de Grecia, frente a la Peineta. Hacen falta unas infraestructuras que ni siquiera están programadas.
—Pero el Ayuntamiento se ha encontrado con un compromiso adquirido por un Gobierno anterior.
—Jurídicamente, no. Porque podría cambiar su posicionamiento sólo con aludir a que sí que fue el Atlético el que intentó condicionar el urbanismo, nosotros tenemos la documentación aportada a la Fiscalía Anticorrupción en la que se demuestra que antes ya había tres propuestas de edificabilidad para el Calderón redactado por el gabinete de arquitectura pagado por el club. Condicionó el urbanismo y eso hace que se anulen los acuerdos. El Consistorio debe consensuar con vecinos y afición cuál es la mejor solución y sabe que la Peineta origina un caos de movilidad.
—El Atlético dice que el estadio se puede pagar. ¿Cómo valoran la aparición de Slim?
—Teníamos un equipo campeón hace dos años y lo tuvimos que desmontar por razones económicas. ¿Si vendían cuando se peleaba por los títulos para ganar dinero como se van a sufragar 300 millones adicionales? Nosotros vemos como positiva la presencia del señor Slim, así se lo hemos dicho a FCC. Nos parece un socio interesante.
—Las obras acaban en 2017. ¿Llegado el caso usted irá a la Peineta?
—Si el Atleti juega en la Peineta, iré a la Peineta. No somos clientes de una empresa, somos aficionados del Atleti, hagan lo que nos hagan.