El Nástic suma un punto ante el Valladolid que sabe a poco
El conjunto catalán se adelantó en el 23' con un gol de Emaná, pero Renella empató a los tres minutos. Los tarraconenses siguen en puestos de playoff.
El Nàstic sigue afianzándose en los puestos de playoff. Supo sufrir en la primera mitad y dominar después a un Valladolid que brilló por momentos y al que el punto le sabe a poco. Seguirán desde lejos a los equipos de la zona alta una semana más. Rennella igualó el 1-0 de Emaná, pero se quedaron sin pegada al final.
Dijo Vicente Moreno en la previa que quien esperara un monólogo del Nàstic se equivocaba, pero en los primeros cinco minutos fue eso. Los grana colgaron del palo de los pucelanos. Aunque fue lo que necesitaron para entrar en calor y empezar a imponer su ley. Leao se mostró y el Valladolid empezó a crear peligro. Había que medir el temple de Varo, que debutaba, y lo cierto es que en la primera no falló. Rennella fue el primero en buscar fortuna, pero el meta grana respondió bien. Ya con el paso de los minutos, el Nàstic se entonó, Jean Luc era una pesadilla para Nikos y en el 22’, en su único tiro a puerta de la primera mitad, llegó el premio. Naranjo se zafó de Leao con un movimiento de tanta calidad como efectivo y al buscar la pared con Aníbal, Silva tocó el balón y le cayó franco a un Emaná que batió a Kepa en el mano a mano. Pero muy poco duró la alegría en Tarragona porque tres minutos después empezaron las dudas en Varo. Atajó el centro de Mojica desde la izquierda, pero se le escurrió el balón de las manos y Rennella solo tuvo que empujarlo. Eso sí, ningún reproche y muchos ánimos y aplausos para un portero que ha dado muchas alegrías al filial y en quien se ve al meta del futuro.
Tras este rush, el partido bajó sus pulsaciones pero el Valladolid fue quien se sintió más cómodo y pudo lograr algo más. Varo volvió a poner el ‘ay’ en la grada porque, tras una cesión poco amiga de Xavi Molina, pudo regalarle el gol a Rennella. El Nàstic no encontró tanto castigo y se marchó al descanso con un empate a uno.
El inicio de la segunda mitad fue fulgurante y tanto Naranjo como Roger pudieron marcar. Al primero le faltó creérselo y al segundo, acierto. Esas acciones reactivaron al Nàstic y se adueñó del juego. Emaná dio un paso al frente y empezó a gustarse en acciones de contraataque. Pero el mayor peligro llegó a través de Jean Luc. El extremo exprimió su velocidad y en el 70’ pidió penalti. Moyano le derribó, pero el colegiado se quedó con que tocó primero balón y no lo señaló. Al final, las fuerzas ya eran escasas pero en la última acción del encuentro Juan Villar se topó con el larguero. La jugada del Valladolid fue para enmarcar, pero se le resistió el gol.