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LEGANÉS 2 - ALAVÉS 0

Peña y Borja hacen líder al Lega por primera vez en su historia

El conjunto entrenado por Asier Garitano se impuso en un intenso encuentro al Alavés en el que el visitante Pelegrín acabó expulsado por doble amarilla.

Borja Lázaro
Borja LázaroJesús Álvarez OrihuelaDiario AS

El Leganés es el nuevo líder de Segunda División después de vencer por 2-0 al que ahora es segundo clasificado, el Deportivo Alavés. Los tantos de Rubén Peña y Borja Lázaro encumbraron a lo más alto a un conjunto que jamás en toda su historia había alcanzado la primera posición más allá de dos jornadas inaugurales. De paso, los madrileños le ganaron el golaverage particular a los vascos.

El choque era, por tanto, de una trascendencia notable y como tal lo entendieron sus aficionados, que ayer llenaron Butarque. Un aliento poco frecuente (era el 4º lleno en sus 18 añs de vida) al que respondió el Leganés anulando a los vitorianos y controlando, primero a la contra, y luego con el balón, a un conjunto que no caía lejos de Mendizorroza desde el pasado mes de noviembre.

Arrancó el duelo con un patrón de dominio que se mantendría durante los 45 minutos iniciales. La bola era del Alavés, las ocasiones, del Lega.

Los de Garitano sólo necesitaron un minuto para dejar su impronta. Un cabezazo de Víctor Díaz al saque de una falta puso ya cerco a la meta de Pacheco cuando apenas habían transcurrido 60 segundos. Fue el aviso de lo que estaría por llegar. El ex del Real Madrid vio peligrar su meta en cada balón parado que ejecutaron los pepineros. Un miedo que se convirtió en pánico con las contras de Rubén Peña.

El menudo delantero abulense ejecutó a la perfección el plan de su técnico. Con la defensa del Alavés adelantada, sus compañeros le buscaron constantemente para romper la espalda de la zaga y forzar a los vitorianos a recular. Los dos primeros balones que le suministraron acabaron en fuera de juego, pero no fue así con el tercero.

Einar se quedó clavado y dio validez a la posición de Peña tras la apertura de César Soriano. Con metros por delante, algo escorado a la izquierda, el 20 hizo lo que más le gusta: inventar cabriolas a ritmo frenético. Pelegrín fue su víctima. En plena carrera, Rubén le tiró un caño y se acomodó el disparo. Su remate, sin embargo, no entró. Pacheco lo sacó.

La fortuna quiso que el rechace volviera a sus pies. Peña ejecutó de nuevo y tras tocar en el palo, el esférico, esta vez sí, besó las redes. Butarque estalló de alegría. El liderato se tocaba con la punta de los dedos.

El Alavés todavía quería decir algo en el duelo. Lo hizo creando peligro desde su mediapunta. Kiko Femenía y Juli se multiplicaron en la zona ancha del ataque visitante para, con movilidad y pases frenéticos, empotrar a la defensa madrileña en su área. Fue ahí cuando el sistema de ayudas pepinero se alzó en muralla impenetrable y los medioscentros blanquiazules, en lanzadores de contras a cada cual más peligrosa.

Hasta el descanso, los de Bordalás no tuvieron ocasiones peligrosas (solo tiraron una vez y no fue entre palos) frente a un Leganés que gozó de algún remate con el que puso a prueba a Pachecho hasta en siete ocasiones.

La tónica se repitió e intensificó en el arranque de una segunda parte en el que la pelota siguió siendo del Alavés, pero el peligro del Leganés. Diez minutos de control visitante que mutaron en dominio pepinero apenas se le acabó la gasolina a la escuadra de Bordalás. El choque entró en fase de hibernación. Sin riesgos para Serantes (el Alavés sólo tiró una vez más en todo el partido) y sin precipitación en un Leganés que pudo aumentar su renta con un par de acercamientos más hasta que el Alavés se quedó con diez.

Borja Lázaro salió en el 86’ y en apenas dos minutos fue capaz de sacarle a Pelegrín la segunda amarilla y de poner el 2-0 definitivo después de recoger su propio rechace tras un remate de espuela. Así, entre olés y gritos de Asier Garitano, entre cánticos y gritos de felicidad, se ponía fin a un partido que encumbra al Leganés, por primera vez en su historia, en lo más alto de la tabla y ratifica a los pepineros como serios candidatos al ascenso a la máxima categoría.