REAL MADRID - ATLÉTICO DE MADRID
Vikingos e Indios desde 1973
Dos apelativos que nacieron hace 43 años como un menosprecio pero ahora son seña de identidad. Comenzó cuando el Atleti fichó a Heredia y Ayala; el madridismo encontró mote .
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En 1973 se levantó la prohibición de fichar jugadores extranjeros en el fútbol español. La derogación de la norma, vigente desde 1962, permitió a los clubes contar con dos extranjeros en sus plantillas, lo que propició la llegada de 29 futbolistas foráneos. Entre ellos estaban los refuerzos del Atlético, Ayala y Cacho Heredia, que se sumaron al oriundo Panadero Díaz. Los tres argentinos, de aspecto similar (muy étnico, muy salvaje y muy de la época), hicieron que los madridistas se comenzaran a referir a los atléticos como los “indios”. En contestación, los aficionados rojiblancos empezaron a llamar “vikingos” a sus vecinos de blanco. Y tenía sentido. En la reapertura del mercado, el Real Madrid había fichado al alemán Netzer, al que se uniría poco después el danés Jensen, otro rubio de catálogo. El club iniciaba así una querencia hacia los jugadores germanos y las melenas trigueñas.
Hay otras teorías para explicar los apelativos de madridistas y atléticos, pero ninguna parece tan fiable. A partir de aquí se han aportado accesorios a la leyenda. Los atléticos son indios porque acampan junto al río y porque odian al hombre blanco. Los madridistas son vikingos porque vienen del norte y porque tienen cuernos (ustedes disculpen). Lo importante es que lo que arrancó como un menosprecio se ha convertido en una seña de identidad, gracias a la amabilidad del vecino.