Del Depor al Molinón, el espejo de la última gran hazaña perica
El Espanyol logró en 2009 dos triunfos clave para la permanencia que pueden reeditarse. Y el equipo salió del descenso ante el Betis, que justo es el siguiente rival.
Acostumbrado como está históricamente el Espanyol a vivir al filo de la navaja, no es de extrañar que la victoria del pasado sábado ante el Deportivo (1-0) cambiase la pesadumbre por optimismo en cuestión de 90 minutos. Al fin y al cabo, con ese primer triunfo de 2016 el descenso queda a cuatro puntos, hay margen, justo antes de afrontar un tramo de calendario contra rivales directos que arranca mañana en El Molinón. Dos partidos, Depor y Sporting, que rememoran la última gran hazaña del Espanyol en la historia de la Liga.
Como sucederá ahora si los pericos son capaces de vencer en Gijón, en la temporada 2008-09 las dos victorias más importantes, las que supusieron un punto de inflexión para alcanzar la permanencia, sucedieron contra Depor en casa y en El Molinón. Un espejo en el que mirarse para salir airosos de la actual situación, que es incómoda, pero se encuentra a años luz del dramatismo de hace siete campañas.
El triunfo de entonces ante el Deportivo, que entrenaba Miguel Ángel Lotina, llegó en el más delicado de los momentos posibles. Quedaban diez jornadas para el final y el Espanyol era colista, a ocho puntos de la permanencia. Las estadísticas dictaban sentencia: ningún equipo se había salvado jamás en tal situación. Y, sin embargo, tras una concentración en Navata aprovechando el anterior parón liguero y proclamas como la de Iván de la Peña (“pensarán que estoy loco, pero nos vamos a salvar”), el equipo inició su reacción derrotando por 3-1 a los gallegos.
El propio cántabro dio a Iván Alonso la asistencia del primer gol y marcó el segundo, en un paralelismo con lo que el sábado le sucedió a Marco Asensio: jugadores más proclives al pase que al gol, marcando en momentos decisivos. El tercero lo hizo Francisco Joaquín Pérez Rufete, con la colaboración involuntaria de Alberto Lopo. Hubo 23.875 aficionados en Montjuïc, menos que los 28.455 que el pasado sábado se congregaron en Cornellà.
La visita a Gijón no llegaría inmediatamente, como ahora, sino tres jornadas después, el día de Sant Jordi. Y fue, curiosamente, el único desplazamiento en el que no hubo un desembarco masivo de hinchas pericos, al jugarse entre semana. Pero sí el que contó con un resultado más contundente: 0-3. Nené, Román Martínez y José Callejón se encargaron de una goleada que dejaba al Espanyol a un solo punto de la zona de salvación, a la que accedería ya la siguiente jornada tras derrotar al Betis (2-0), que precisamente será el siguiente rival, el próximo jueves en el RCDE Stadium.
Queda claro que la permanencia de 2009, mucho más delicada, es un espejo en el que mirarse. Entonces, con Mauricio Pochettino, el equipo se salvó en la penúltima jornada. Ahora es el turno de Constantin Galca.