El jeque Al-Thani no invierte en el Málaga desde el año 2012
Tiene el 96,89% de la propiedad de la entidad. Tras la clasificación para la Champions en la campaña 2012-13 empezaron los problemas y Al-Thani decidió no invertir más.
En el verano de 2010 el jeque de Qatar Abdullah bin Nasser Al-Thani compró a Fernando Sanz el 96,89% de la propiedad del Málaga. Son 566.605 acciones. Cada una de ellas cuesta ahora 30 euros. En la Junta General de Accionistas celebrada el pasado día 3 se aprobó un presupuesto de 43,4 millones de euros para la entidad.
El Málaga es un equipo de radiografía peculiar. Su Consejo de Administración está formado por su propietario y presidente (Abdullah bin Nasser Al-Thani) y sus hijos Nasser (vicepresidente ejecutivo), Nayef y Rakkan Al-Thani. También trabaja un Consejo Consultivo formado por directivos de larga experiencia en el club: Francisco Martín Aguilar, Abdallah Ben Barek y Antonio Benítez.
Al-Thani compró su mayoritaria parte del club por 36 millones de euros y asumió su deuda de entonces (17 millones de euros). Invirtió cerca de 160 millones de euros en potenciar la plantilla. Julio Baptista, Joaquín, Toulalan, Saviola, Demichelis, Nacho Monreal, Santi Cazorla, Mathijsen, Van Nistelrooy... Un elenco formidable. También se pagaron al Valencia siete millones por Isco, su cláusula de rescisión. Este jugador fue después traspasado al Real Madrid por 27 millones de euros (más otros tres si los blancos ganaban tres Ligas en las siguientes cinco temporadas). De aquella etapa gloriosa sólo quedan Ignacio Camacho y Carlos Kameni. Desde entonces el jeque no paró de llamar al club pidiendo el regreso del genio de Arroyo de la Miel.
Tras la histórica clasificación para la Champions en la temporada 2012-13 empezaron los problemas y Al-Thani decidió no invertir más. “Puse las herramientas y ahora el equipo tiene que funcionar”, fue su argumento. Y cerró el grifo. Salomón Rondón fue traspasado al Rubin Kazan por 10 millones de euros. Ese ingreso y clasificarse para la fase de grupo de la Champions tras eliminar al Panathinaikos dieron la vida al Málaga, que había visto disparar su deuda con Hacienda más allá de los 103 millones.
El equipo dejó de aspirar a ser “el tercero de España”, pronosticado por Abdullah Ghubn, aquel dicharachero directivo convertido por Al-Thani en su mano derecha. Fue destituido y sustituido por Moayad Shatat. Este también salió del club y Al-Thani denunció a los dos porque les responsabiliza de una mala gestión que tiene al club en entredicho.
La empresa hotelera BlueBay reclama al jeque el 49% de sus acciones argumentando una venta global por 0,49 euros asumiendo la deuda de entonces superior a los 100 millones de euros que ahora no es reconocida.
Vicente Casado reclama 3,3 millones al club
Vicente Casado, el director general, fue despedido por Al-Thani tras el partido jugado contra el Granada el pasado 28 de noviembre de 2015 (2-2). Poco después salieron de la entidad el director corporativo (Manuel Novo) y el director deportivo (Mario Armando Husillos). Casado emprendió acciones legales contra el jeque, sus hijos y el entramado societario con el que se ha regido el club. Casado reclama al Málaga 3,3 millones de euros. El acto de conciliación, que se celebró el último 29 de diciembre, no trajo ningún tipo de acuerdo. El próximo encuentro se celebrará el 30 de marzo y será Magistratura quien tome una determinación al respecto. Más problemas en los despachos para el club, cuya bonanza en el aspecto deportivo está siendo inversamente proporcional a los movimientos que está sobrellevando fuera de los terrenos de juego. Casado fue una persona clave en el día a día del club hasta su salida.