Febas derrumbó la muralla del Sestao con dos aguijonazos
El diminuto centrocampista del Castilla lleva seis goles en diez días. Mayoral hizo el tercero para el filial. Ramis suma y sigue: siete partidos como técnico castillista y todo triunfos.
El Castilla ha metido todo el carbón en las máquinas y va reventando las calderas hacia la Liga Adelante. Por el camino atropelló al Sestao River, el mejor equipo en cuestiones defensivas de toda la Segunda B (llegaba a Valdebebas con sólo 11 goles encajados, los mismos que el Atlético). Lo hizo gracias a dos aguijonazos de Febas, una joya diminuta en tamaño (mide 1,71 metros) pero enorme en talento. Hizo la labor de zapa en la Gran Muralla Vasca con dos chuts de pelotero ratonil que dejaron perplejo al equipo de Jon González en el primer cuarto de hora. Los verdinegros no daban crédito. Un pequeño ciclón se los había llevado por delante.
Pero aún había tiempo para mucho más. El Castilla no se arredró ni aún con el grosero error de su portero, Carlos Abad, que volvió a pifiarla como la jornada pasada ante el Amorebieta y le regaló un gol al equipo visitante en un pésimo despeje. Le cayó en los pies a Canario y canjeó el favor por el 1-1. Era el minuto 23', se abría un mundo de posibilidades que cortó de plano Borja Mayoral en el 42'. Pared de calidad con Álvaro, mal blocaje de Raúl Domínguez en el centro y el parleño tiró la caña para batir al portero con, precisamente, un caño. Un gol psicológico que ejerció como tal. En la segunda mitad sólo existió el Castilla, con un único latigazo que Rodri que sirvió para que Abad se redimiese, y Febas a punto de apuntarse un hat-trick. No lo necesita: lleva diez días de fábula. Liberado por Ramis en comparación al periodo con Zidane, en ese lapso de tiempo ha marcado seis goles (cuatro en Segunda B y dos con el Juvenil en la Youth League).
Una racha personal análoga a la de un Castilla que echa fuego. En Valdebebas, nadie les tose. Diez triunfos y tres empates. Ya acumula quince partidos sin perder. Con Ramis siete victorias en siete encuentros. El filial blanco vuela tan alto que lo que no sea el ascenso va a saber a decepción...