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NÁSTIC 1 - ELCHE 0

Aburjania se gusta y Naranjo aniquila al Elche

Victoria de mucho mérito del equipo local con el tanto del andaluz para superar al Elche en tres puntos y colocarse en el segundo puesto a la espera de lo que ocurra en el resto de jornada.

Los jugadores del Nástic celebran el tanto de Naranjo.
Los jugadores del Nástic celebran el tanto de Naranjo. CRISTINA AGUILAR

El Nàstic sigue haciendo méritos para que se le considere un claro candidato al playoff de ascenso. El tanto de Naranjo bastó para vencer a un Elche voluntarioso, pero sin gol. El conjunto grana se adelantó en el 10' y a partir de ahí supo sufrir y crear peligro gracias a las contras. En Tarragona se decreta el estado de felicidad.

Sorprendió Vicente Moreno dejando a Madinda en el banquillo —apareció tras el descanso sustituyendo a Tejera— y apostando por Aburjania, pero el georgiano volvió a dar un recital y demostró cómo juega un buen mediocentro. Fue el stopper grana y con el balón en los pies destiló criterio. Era un desconocido cuando llegó a Tarragona en el mercado invernal, pero ya se está haciendo querer. Y es que con la de este sábado, ya suma dos asistencias. Y ambas con el mismo destinatario: Naranjo. Empezó a conducir en la medular, se zafó de todo defensa del Elche que le cerraba el paso y en el último momento coló el balón por entre las piernas de Caro para dejar solo a un Naranjo que con un toque sutil superó a Javi Jiménez. Los grana mandaban 1-0 en el marcador ya en el 10', pero ese gol fue contraproducente. El Elche fue ganando terreno, se adueñó de la posesión y fue un monólogo. Además, jugadores como Jean Luc y Emaná apenas aparecían en escena y ello mermó a un Nàstic que empezó a sufrir y solo podía achicar agua. Álex Moreno no se cansó de encarar a Xisco Campos, Eldin de crear espacios y Álvaro de probar a Manolo Reina. La peor noticia para los ilicitanos fue que la fortuna les era esquiva porque pese a que merecieron más, les faltó mucha pegada. Sergio León, que vio el partido desde la grada por estar sancionado, no podía creerse que su equipo se fuera al descanso perdiendo.

Ya en la segunda mitad, el Elche siguió ganando terreno pero parecía que no era el día porque Álvaro, en el 47', remató al larguero. Esa acción hizo despertar al conjunto grana y Aníbal tiró del carro. Le anularon un gol por fuera de juego, pero fue un tormento para la zaga ilicitana. Y en una ocasión provocó el error de Caro y solo las dudas de Emaná, que ni remató ni asistió, hicieron que el Nàstic lograra el 2-0. En los últimos 15 minutos, el Nàstic supo sufrir y controlar a un Elche al que le faltó precisión en los últimos metros.