Camacho gana enteros si al final se precisa un relevo para Galca
La opción del técnico de Cieza se contempla desde distintos estamentos del Espanyol. Se valoran su implicación con el club y el carácter que aportaría a la plantilla.
Tras dar un voto de confianza a Constantin Galca, el Espanyol obviamente ha comenzado a tantear el mercado de entrenadores, pues no puede vivir de espaldas a la realidad por si la reválida no funciona en Mestalla. En estos momentos, los dos principales candidatos en un hipotético relevo en el banquillo son Joaquín Caparrós y José Antonio Camacho. Y no necesariamente por este orden.
Si en el caso de Caparrós el propio interesado niega contactos aunque ya habrían tanteado a su entorno, algo similar sucede con Camacho. Pero en el caso del extécnico perico se añaden una serie de condicionantes. El principal es que su candidatura está bien vista por diversos estamentos del club por el componente emocional: un técnico implicado con el Espanyol, conocedor de su idiosincrasia, y contrastado motivador con carácter. Su nombre no solo lo han barajado quienes lo conocen de sus dos primeras etapas en el banquillo blanquiazul (de 1993 a 1996 y la campaña 1997-98) sino también desde la secretaría técnica, pues no existe en estos momentos la figura del director deportivo pero sí un fuerte equipo de trabajo. En la cúpula también le dan vueltas a la posibilidad del murciano, de 60 años, curiosamente la misma edad que Caparrós.
La tercera vía está en la casa y no es otra que Lluís Planagumà. Ahora mismo el técnico del filial se encuentra en un segundo plano, pero no porque no pueda ser el aspirante idóneo, sino porque no quieren precipitar su proyección subiéndolo en una situación tan comprometida. Pero no está descartado.